martes, 10 de agosto de 2010

GABINO CUÉ MONTEAGUDO Y EL DÉFICIT EN EDUCACIÓN BÁSICA

Como es normal, muchos serán los problemas que se le presentarán a la nueva administración que encabezará Gabino Cué Moteagudo al ser el gobernador constitucional del estado de Oaxaca; pero quizás el más urgente, por su magnitud y conflictividad será el del sector educativo.

En efecto, la problemática educativa de Oaxaca es compleja y crónica, su solución requiere, además de conocimientos, claridad de propósitos, capacidad de organización y prudencia a toda prueba. Uno de los muchos problemas de la administración del sector público en educación, y de los primeros que tendrá que resolver el equipo del próximo gobernador, será el de regularizar el presupuesto del sector básico en la entidad.

Desde luego, en educación no todo se resuelve con dinero; pero es indispensable para mantener activo el servicio público y en eso no hay discusión. Además de pagar a los profesores, trabajadores administrativos, auxiliares y directivos, el presupuesto sirve para construir escuelas, comprar muebles y equipo para los centros escolares, asegurar el mantenimiento de los inmuebles y sus enceres, sufragar gastos de los programas y becas para los estudiantes, pagar servicios (luz, agua, teléfono, transporte, auditorias, estudios, capacitación al personal, etc.) y comprar útiles de oficina para las administraciones central y regionales.

De todos esos renglones de gasto e inversión, el más importante por su volumen, es el que corresponde al pago de nóminas, que consume entre el 96 y 97% del presupuesto; lo anterior significa que sólo el 4 o 3% restante se ocupa para todo lo demás. La primera tarea que se impone después de revisar estas cifras, es la de hacer más equilibrado el uso de los recursos financieros, ahora tan escasos. Un servicio público que gasta el 97% de sus recursos en nómina, no crece (porque ¿dónde asisten los usuarios a recibir educación?) o lo hace sólo de manera relativa, y tampoco garantiza mejores condiciones en su prestación.

El problema se agudiza si además de existir un desequilibrio en la asignación presupuestal, existe una diferencia entre lo que realmente se ejerce y lo que se autoriza como presupuesto. En 1992, se firmó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica y Normal (ANMEB), que implicó la transferencia de los servicios de educación básica y de formación y actualización docente al gobierno del estado de Oaxaca, y desde luego, los recursos para mantener el servicio y pagar los pasivos pendientes en ese año.

Sin embargo, las responsabilidades adquiridas por el gobierno del estado, pronto superaron las asignaciones hechas por el gobierno federal. A partir de 1994, los gastos de operación y de inversión reales, superaron al presupuesto asignado, debido a que el gobierno del estado otorgó 10 días como bonos de productividad a los trabajadores de la educación afiliados a la Sección XXII del SNTE y había además plazas activas sin respaldo presupuestal. Al final de cuentas, el déficit ascendía a 316 millones de pesos, déficit totalmente manejable. Los diez días de bonos de productividad, para diciembre de 1996, ascendieron a 50, que son los que después se conocieron como “aguinaldo”, que no son más que bonos de productividad que se pagan 25 en diciembre y 25 en el mes de enero de cada año.

Entre 1994 y 1998, el déficit se pudo controlar, porque el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), contaba con un excedente en horas y plazas docentes que sirvieron como “colchón” financiero tanto para las plazas sin respaldo presupuestal como para el pago de los 50 días del bono de diciembre-enero. Como consecuencia de lo anterior, en 1999, la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el gobierno del estado de Oaxaca (IEEPO-Secretaría de Finanzas) acordaron la integración de un grupo de trabajo, que revisó la situación presupuestal del estado y observó las desviaciones en el pago de plazas y los días sin respaldo presupuestal; pero también recomendó la regularización del presupuesto del Instituto, que consistía en al autorización de los 50 días de bono diciembre-enero y el reconocimiento de las horas-plazas no autorizadas. Dicha recomendación no se ha aplicado hasta ahora.

En 1999, es decir , aún en la administración del Lic. Diódoro Carrasco Altamirano, se autorizó a los maestros de Oaxaca un bono de 5 días pagaderos en el mes de mayo. Este concepto de “Bono del día del maestro”, se incrementó en otros 5 días más en el año 2000 ( durante la administración del Lic. José Murat) y fue en el 2001, que dicho bono ascendió a los 15 días que actualmente se pagan al magisterio.

En el año de 2003, la Sección XXII del SNTE, presionó para que se le pagaran un total de 30 días como bono del día del maestro, pero el gobierno del estado sólo les otorgó 4 días de “Prima vacacional” en el mes de agosto. A los días pagados como bonos a los trabajadores de la Sección XXII del SNTE, hay que agregar el Bono-FEEDE ( Fondo Económico para el Estímulo al Desarrollo Educativo) que se paga a los docentes del nivel medio superior y superior, con los que el IEEPO no tiene ninguna relación laboral, pero que la Sección XXII incluía en sus demandas.

El pago de estos bonos, constituyen la mayor parte del déficit que actualmente presenta el IEEPO.



Los pagos por bonos, suman el 60% de los componentes del déficit y los adeudos de ejercicios fiscales anteriores (ADEFAS) y las demandas sindicales, suman el 40% restante. Cabe mencionar, que en la composición del déficit, no consideramos algunos adeudos menores, ni el llamado déficit histórico SAR.

Estos conceptos son dinámicos y evolucionan conforme varían los costos de las nóminas, la inflación y el pago de impuestos a la federación, por lo que año con año, además del crecimiento natural del ejercicio presupuestal, este se incrementa por efecto de la elevación relativa de los costos del déficit.



Uno de los problemas que se presenta cuando se pretende regularizar el déficit del IEEPO, es precisamente su dinamismo, ya que crece año con año en proporción a los incrementos salariales que el SNTE obtiene en sus negociaciones con la Secretaría de Educación Pública. Hay que aclarar que la mayoría de los estados de la república tienen un problema similar al de Oaxaca y todo lo atribuyen a la llamada “doble negociación” con el SNTE.

Otro problema es de orden legal, pues para regularizar las plazas sin respaldo presupuestal, habría que superar la dificultad desde el Congreso Federal, quien es la instancia que establece los criterios de austeridad que la SHyCP aplica.

En cuanto a los bonos de productividad o “primas” que se pagan sin autorización, el problema de su regularización reside en la oposición que vendría del SNTE, ya que este exigiría el pago de los mismos 90 días de aguinaldo para todas las secciones sindicales del país, en vista de que su reconocimiento implica violar el Cuadro Federal de Prestaciones para los trabajadores de la educación e implícitamente la violación de la titularidad de la relación laboral, que es exclusiva de la SEP y el SNTE.

La próxima administración del IEEPO se encontrará con estos problemas al intentar regularizar el déficit del instituto; en cambio, no tendrá problemas si se limita a gestionar los recursos para cubrirlo, ya sea como “adelanto de calendario” o “apoyo extraordinario por única vez”, como se ha venido haciendo. Sin embargo, esto encierra un problema más grave; porque se estaría violando la ley del Presupuesto de Egresos de la Federación, como de hecho se ha venido haciendo, al transferir el gobierno federal a los estados, recursos que, en estricto sentido, no fueron autorizados por el congreso.

Será interesante observar cuál será la política que el gobierno del presidente Felipe Calderón mantenga con un gobierno que surge como resultado de una coalición, donde su partido el PAN, jugó un papel importante. Por otra parte, no debemos perder de vista que es al propio gobierno federal al que le interesa fortalecer la gestión del Lic. Gabino Cué Monteagudo, pues sin duda, será un aliado valioso para las elecciones presidenciales del 2012

Sin embargo, aquí se plantea otro problema, ¿ qué pasará con el PRD en el 2012? Si ese partido no se alía con el PAN para las elecciones federales de ese año, el gobierno de Gabino Cué se verá en aprietos y ese escenario se analiza ya en el gobierno federal, quien, por otra parte, no romperá su alianza con Elba Esther Gordillo y su partido Nueva Alianza, estos últimos enemigos jurados de la Sección XXII del SNTE.

De aquí pues que el problema de la regularización del presupuesto se vea afectado también por elementos del contexto político, definido hoy por hoy, por el fatídico año del 2012.

En mi opinión, existen soluciones para el problema de la regularización del presupuesto del IEEPO; pero ese es tema de otro análisis.

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