lunes, 2 de julio de 2007

El Aprendizaje escolar en Oaxaca.

INTRODUCCION

El presente texto es parte de uno más amplio publicado en un diario de Oaxaca. Por ejemplo, en esta versión no aparecen algunos cuadros estadísticos de la versión original. Si el lector desea más información al repecto, por favor comuníquese con el autor.

1. EL APRENDIZAJE ESCOLAR EN EL NIVEL DE EDUCACIÓN BÁSICA.

a. Resultados generales del sistema educativo en Oaxaca.

El promedio de escolaridad de la población es un indicador del impacto del sistema educativo en una sociedad determinada. En Oaxaca en 1980, el promedio de escolaridad de los oaxaqueños era de 2.8 grados de educación básica, en tanto que el nacional era de 4.6. En el año 2004, el promedio de escolaridad en Oaxaca fue de 6.4, mientras el nacional se estimó en 8.0 grados. En 1980, 1.8 punto porcentual separaba a Oaxaca del resto del país; para el año 2004 son 1.6 puntos porcentuales; esto no significa otra cosa que la brecha provocada por la desigualdad se mantiene.

De acuerdo con los expertos de la Secretaría de Educación Pública, deberíamos lograr para el 2010, un promedio de escolaridad para la población de 15 años o más, de 9 grados. Para que en Oaxaca se lograra esa meta, de acuerdo con la tendencia que hemos observado en los últimos veinticuatro años, necesitaríamos 33.7 años y no ocho como lo afirman la SEP.

Si nos referimos al nivel de conocimientos que poseen los oaxaqueños, derivados de su tránsito por los servicios educativos, sólo el 27% tiene la educación básica completa o algún grado de educación postbásica; lo anterior quiere decir que el 73% de los oaxaqueños no tienen la educación básica completa. Por otra parte, quienes no poseen ningún conocimiento de tipo escolar, y tampoco saben leer ni escribir, constituyen el 21.7% de la población adulta.

El panorama se complica si se consideran las diferencias culturales. Oaxaca es un estado pluriétnico, más de la tercera parte de la población pertenece a uno de los 14 pueblos indígenas y no podemos afirmar que los principales elementos de su cultura estén adecuadamente incorporados en los currícula de la educación básica.

El estado de Oaxaca tiene que realizar un gran esfuerzo para superar su rezago y garantizar que al finalizar la primera década del presente siglo, eleve su nivel de escolaridad igualándolo al menos al promedio nacional, disminuyendo las desigualdades entre la población y garantizando el dominio de conocimientos y habilidades pertinentes en un contexto multicultural.

Garantizar el derecho a la educación significa en parte superar estos retos, de los cuales tiene plena conciencia el gobierno federal y su similar de Oaxaca; pero habrá que decir que no podemos afirmar que la sección 22 del SNTE, tenga la misma disposición para asumir este compromiso.

b. El aprendizaje escolar.

En la evaluación más reciente del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), efectuada en 2005 con el instrumento denominado Excale, Oaxaca obtuvo los siguientes resultados: El 71.6% de los estudiantes de sexto grado de primaria obtuvieron un puntaje inferior al básico o básico en matemáticas y el 73.8% en español. En secundaria, el 86.5% de los estudiantes del tercer grado obtuvo un puntaje inferior al básico o básico en matemáticas, en tanto que en español el porcentaje fue de 83.1%.

Por su parte en un estudio realizado por el Banco Mundial (BM) , las conclusiones coinciden con los obtenidos por el INEE: La calidad de la educación es baja, medida por los logros de los estudiantes. El estudio del Banco Mundial enfatiza la preocupante situación de los estudiantes indígenas, quienes según el reporte mencionado, aprenden un tercio o menos de lo esperado de acuerdo con los objetivos curriculares.

De acuerdo con el BM, la baja calidad de la educación en México y especialmente en los estados del Sur, se debe tanto a factores relacionados con las escuelas como con condiciones socioeconómicas más generales, como la pobreza. Entre los factores en el ámbito de escuela, los más importantes son los siguientes: (a) Deficiencias en la formación docente, en especial de los que atienden a poblaciones indígenas, y en la asignación de los maestros; (b) Una deficiente implementación de los programas de estudio, un currículo centrado en la memorización y el aprendizaje mecánico y programas que no consideran en forma adecuada los aspectos culturales indígenas ni su lengua; (c) Una supervisión inadecuada; (d) El entorno escolar; (e) Poca participación de los padres, y (f) Tiempo dedicado al trabajo.





2. LOS FACTORES DETERMINANTES DEL APROVECHAMIENTO ESCOLAR.

El aprovechamiento escolar en educación básica, está determinado por un variado número de factores, que en conjunto influyen de modo positivo o negativo el resultado educativo en las escuelas. Estos factores se agrupan en variables relativas al entorno de la escuela, a las instituciones encargadas de proporcionar insumos a los centros educativos, los propios centros educativos, el personal docente y directivo, y las variables asociadas a los alumnos. Con todo, la calidad del personal docente es el que mayor influencia tiene sobre el aprovechamiento de los alumnos, en condiciones medias aceptables de operación de los centros educativos.

Describiremos algunos aspectos de cada uno de estos factores, que a nuestro juicio influyen en el aprovechamiento escolar en Oaxaca.

a. Personal docente.

El principal problema en la entidad es la inasistencia del profesor a las aulas, ante este hecho indiscutible, resulta irrelevante analizar sus características personales o profesionales.

En efecto, desde hace 26 años los maestros de Oaxaca realizan paros ilegales de actividad que están ampliamente documentados por la prensa local y que han tenido una duración de entre 21 a 30 días por año. La media de inasistencia que arrojan estos paros es de 25.5 días, lo que equivale a 637.5 días perdidos, es decir 3 ciclos escolares de 200 días, que son los que se deben trabajar de acuerdo con el calendario que año con año autoriza la SEP. Si contabilizamos los 120 días laborables que duró el conflicto durante el 2006, la suma total sería de 757.5 días, es decir, casi 4 ciclos escolares perdidos.

No existe un registro sistemático y confiable de todos los días perdidos desde 1980; pero una investigación realizada recientemente informa que desde 1994 al 2006 se perdieron 446 días por paros magisteriales. Si calculamos un promedio anual a partir de esta información, para calcular los días perdidos en los años restantes (1980-1993), el resultado es de 826 días perdidos.
Al respecto, un estudio del Banco Mundial, concluye lo siguiente:

El tiempo que el docente dedica a su trabajo presenta dos problemas en los estados del Sur (y del país en general). El primero de ellos es el número real de días y horas diarias que el maestro está en la escuela. Hay datos anecdóticos, pero sistemáticos, que indican que se trata de un problema serio en las áreas rurales y las áreas urbanas marginales en todos los niveles de la educación pública. Algunos investigadores estiman que los días de ausentismo suman el 50% de los días reglamentarios en las áreas rurales. De las 810 horas que un maestro supuestamente debe dictar clases en una escuela rural, en realidad sólo está presente entre 160 y 450 horas en promedio. Estas conclusiones han sido corroboradas por entrevistas con autoridades del sector en los tres estados del Sur, quienes sostienen que un maestro de educación básica asiste en promedio sólo unos 110 días de los 200 días del año académico en las áreas urbanas, e incluso menos en las áreas rurales. Si bien la asistencia es mejor en la educación media superior y en la educación superior, el ausentismo en estos niveles también es un mal crónico en los estados del Sur. En una universidad pública de Oaxaca hace unos pocos años, por ejemplo, el ausentismo era de tal magnitud que sus administradores calcularon que sólo se dictaba un 20% de las clases. Eso dictaminó la necesidad de instalar relojes registradores en las aulas para controlar la asistencia de los docentes, los que de hecho dejaron de funcionar después de una semana.


PAROS MAGISTERIALES Y DIAS NO LABORADOS
1994 - 2006
Cuadro 1
Fecha de inicio Fecha de termino Total de días
En paro Periódico
3 de mayo 1994 22 de mayo 1994 18 días Noticias
2 de mayo 1995 16 de mayo 1995 14 días Noticias e Imparcial
7 de mayo 1996 29 de mayo 1996 22 días Noticias
2 de mayo 1997 28 de mayo 1997 26 días Noticias
3 de mayo 1998 29 de mayo 1998 26 días Noticias
4 de mayo 1999 7 de junio 1999 34 días Noticias
15 de mayo 2000 12 de junio 2000 28 días Noticias
14 de mayo 2001 15 de junio 2001 30 días Noticias
1 de mayo 2002 6 de junio 2002 37 días Noticias e Imparcial
1 de mayo 2003 8 de junio 2003 39 días Imparcial
1 de mayo 2004 2 de junio 2004 33 días Imparcial
12 de mayo 2005 31 mayo 2005 19 días Imparcial
22 de mayo 2006 15 de noviembre 2006 120 días Imparcial
TOTAL 446 días


b. La situación de los alumnos.

Un indicador importante por el probable efecto que tiene en el aprovechamiento escolar, es el nivel de nutrición de los alumnos. Un bajo nivel de nutrición sin duda induce a un bajo aprovechamiento escolar.

En Oaxaca, considerando los datos disponibles, el 57.6% de los alumnos inscritos en primer grado de primaria sufren algún grado de desnutrición, este porcentaje se incrementa en las escuelas primarias indígenas donde alcanza el 79.1%.

En entre los alumnos del sexto grado de primaria, la situación no es muy distinta: En total, el 55.5% sufren algún grado de desnutrición, en tanto que en las primarias indígenas el porcentaje alcanza los 75.7 puntos.


c. El entorno escolar.

El entorno escolar en Oaxaca presenta una variedad de condiciones tanto geográficas, económicas como socio-culturales. Esta variedad, que debiera propiciar una riqueza de contenidos educativos se convierte en una situación que dificulta el buen aprovechamiento escolar debido a la relación que la escuela mantiene con dicho entorno.

Un punto a destacar es que ni los programas escolares, ni los docentes, responden al capital cultural de las poblaciones oaxaqueñas en las zonas rurales indígenas. Normalmente, tanto los programas como la preparación de los docentes, se vincula a un tipo específico de capital cultural: el occidental, comúnmente considerado como el que contiene valores y conocimientos universales. Este hecho, condiciona el proceso pedagógico en las escuelas oaxaqueñas, de modo que los contenidos educativos no son fácilmente asimilables por los escolares con origen sociocultural indígena.


d. Otros recursos del sistema educativo.

Las condiciones en las que, tanto maestros como estudiantes desarrollan sus actividades, influye en su disposición para lograr buenos resultados.

Dichas condiciones tienen que ver con la suficiencia y calidad de los recursos que concurren en la escuela y como hemos afirmado, el principal de ellos es el personal docente. Al respecto, resulta un inconveniente que en el año 2005, el 54.9% de las escuelas del nivel de preescolar fueran multigrado, es decir, que los grupos de grados diferentes, son atendidos por menos maestros de los necesarios. Lo mismo ocurre con el 53.5% de las escuelas primarias. En secundaria, es bien sabido que la estructura autorizada no cuenta con el personal requerido, situación que se agrava con la incontrolada actitud de los dirigentes magisteriales de propiciar cambios de adscripción no compensados.



En cuanto a infraestructura, disponibilidad de aulas, laboratorios y anexos, las escuelas en Oaxaca sufren un rezago histórico que asciende a los 5 mil millones de pesos.



3. CONSIDERACIONES FINALES.

De la situación descrita con anterioridad se desprende la urgente necesidad de instrumentar una política orientada específicamente a atacar los problemas derivados de las deficiencias del sistema educativo en Oaxaca. A continuación propondremos algunas líneas de acción de dicha política:

a. Atención focalizada en los alumnos de educación básica. Es necesario, factible y viable, asegurar una atención personalizada a los niños en edad escolar que constituyen la demanda de los servicios de educación básica en el estado. Dicha atención debe partir del censo escolar y garantizar que todos los niños registrados, asistan, de acuerdo con su edad y antecedentes escolares, a algún centro educativo y reciban los apoyos compensatorios necesarios para que logren terminar su ciclo escolar y se inscriban en el siguiente inmediato superior, hasta terminar el nivel al que correspondan con rezago escolar cero.
b. Optimizar la asignación de recursos humanos. Es urgente revisar las estructuras autorizadas a cada una de las escuelas de educación básica y corregir la desviación de recursos inducida por la sección 22 del SNTE. De esta manera, cualquier asignación de recursos adicionales, deberá responder a las necesidades reales de cada centro escolar.
c. Cumplir con los 200 días de calendario escolar y los programas educativos. No se debe postergar por más tiempo la aplicación del reglamento de las condiciones generales de trabajo, para evitar que los maestros de la sección 22 ocasionen pérdidas de días escolares y el incumplimiento de los programas educativos.
d. Reducir el rezago en infraestructura. Será necesario convenir con el gobierno federal un programa multianual que permita abatir el rezago en infraestructura educativa y equipamiento.
e. Reducir gradualmente la contratación de egresados de normales. Una presión constante sobre los recursos financieros del IEEPO, además de las prestaciones adicionales exigidas por los maestros año tras año, lo es la contratación automática de los egresados de normales, misma que debe reducirse hasta limitarse a los recursos humanos que demanden los servicios educativos, como ya se hace en otros estados.
f. Regularizar el presupuesto del IEEPO. Finalmente, es urgente convenir con el gobierno federal la regularización del presupuesto del Instituto de modo que se supere el déficit presupuestal actual y rediseñar la política financiera y presupuestal del IEEPO.

Estas líneas de política educativa, requieren en Oaxaca de nuevas condiciones de gobernabilidad del sistema educativo, gobernabilidad que permita la clara delimitación de atribuciones y prácticas de los principales actores educativos, la aplicación de la ley y una amplia participación organizada de la sociedad civil en el apoyo a los centros escolares.

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