domingo, 1 de julio de 2007

LA SECCION 22 DEL SNTE: EL ATOLLADERO

El movimiento magisterial en Oaxaca se encuentra en un verdadero atolladero. A los grupos radicales al interior del sindicato les urge asumir el poder en la Sección 22 de manera total y formal; sin embargo el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, no les dará la tan ansiada convocatoria. Por eso resolvieron en su pasada asamblea estatal, que esperarán a que el CEN del SNTE les autorice el congreso. Lo anterior porque, quienes ahora pelean por dirigir a la sección 22, saben que hacer lo contrario es caer en una ilegalidad que la dirigencia del SNTE aprovecharía para aniquilarlos. Así, la decisión de la asamblea estatal del 24 de marzo es una forma disfrazada de aceptar que se disciplinan a la voluntad de Elba Esther Gordillo.

Pero esto les plantea un serio problema interno: ¿Quién dirigirá a la Sección 22? O en otras palabras: ¿Quién o quiénes serán los privilegiados interlocutores de la Sección 22 ante el gobierno? La respuesta a esta pregunta es lo que determina hoy la lucha al interior de la Sección 22.

Algunos ingenuos piensan que al dejar que sea la actual comisión política la que dirija se resuelve el problema. Están equivocados, la comisión política está dividida y no es ya instancia ni de representación y menos de dirección y eso lo saben los maestros de base. La respuesta a la pregunta central no está formulada, por eso la lucha interna se recrudece y se expresa en los intentos por radicalizar la movilización durante esta jornada de la lucha magisterial. Ya se sabe, quien se muestre conciliador o negociador perderá la carrera por acceder al poder en la Sección 22; pero esta competencia frenética sólo puede conducir a una espiral de violencia que culminará en el repliegue táctico de un movimiento acorralado por sus propias contradicciones. Comentemos algunas de ellas.

La primera, es que la Sección 22 movilizará a sus bases para formular su pliego de demandas 2007, mismo que deberá incluir como primer punto “la salida de Ulises Ruiz de la gubernatura de Oaxaca”, porque esta demanda no es negociable ni renunciable. Si es así, el sentido común sugiere que el pliego de demandas de los trabajadores de la educación de este año no se le entregará al gobierno del estado, porque equivaldría a reconocer al actual gobernador constitucional y por tanto, a renunciar a su demanda principal. ¿Se le entregará entonces a la SEP o a la Secretaría de Gobernación?

Dudo que cualquiera de estas dependencias la reciban y menos aún que acepten negociar con la Sección 22, porque implicaría que el gobierno federal reconoce y acepta la doble negociación que hoy agobia a varios estados de la república; pero lo que es aún peor, abriría la puerta para que otras secciones sindicales del SNTE solicitaran negociar por aparte de su Comité Ejecutivo Nacional y desde luego éste, se opondría rotundamente. ¿Con quien negociarán entonces? Tendrán que hacerlo a escondidas y de manera vergonzante con el gobierno que hoy insisten en desconocer; de lo contrario, podrán calificar a este año como otra victoria política; pero en realidad sufrirán una segunda derrota sindical, porque tendrán que aceptar sin más, aquello que logre en sus negociaciones el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE. Ciertamente, el año pasado la Sección 22 no logró romper el tope salarial, dejaron pasar las promociones de carrera magisterial, no obtuvieron recursos adicionales en horas y plazas porque el gobierno federal no cumplió sus promesas y el tan llevado y traído asunto de la rezonificación tendrá que esperar a que lo acuerden Elba Esther Gordillo y el Presidente Calderón, porque no dejarán que sea la Sección 22 la que se lleve los créditos.

La segunda, muy relacionada con la primera, es su posición frente al gobierno del estado de Oaxaca, gobierno al que desconocen; pero a quien en los hechos apelan. En efecto, al no poder negociar con el gobierno federal el cumplimiento de lo pactado en octubre del 2006, amenazaron en su asamblea estatal del 3 de marzo del 2007: “Si el Director General del IEEPO, Abel Trejo, no está cumpliendo con los compromisos de la minuta suscrita entre la SEGOB y la Sección 22, esta asamblea estatal estará exigiendo su salida del IEEPO.”

En primer lugar, el Director General del IEEPO no tiene porqué cumplir los ofrecimientos que hizo la Secretaría de Gobernación a la Sección 22; pero eso no es lo importante, lo notable es que la asamblea estatal afirme que “estarán exigiendo su salida” ¿a quién? Sólo pueden exigírsela al Gobernador Ulises Ruiz a quien dicen desconocer. Por esa razón no pueden seguir chantajeando con pedir la destitución del Director General del IEEPO, porque además, si se les cumpliera el capricho, ¿reconocerían al nuevo Director General nombrado por el Gobernador y estarían dispuestos a negociar con aquel en su calidad de representante de este último? Desde luego que no. Tampoco pueden “desconocer” al Director del IEEPO, pues esto dificultaría la gestión de innumerables asuntos que tienen pendientes y que apremian a sus compañeros de gremio. Quizás por eso hayan optado por “desconocer” a los asesores del IEEPO en su asamblea del 24 de marzo, quienes para empezar no tienen tratos con ellos, en segundo lugar no tienen atribuciones para liberar recursos de ningún tipo, ni facultades para tomar decisión alguna que “coberture” a los integrantes del CCL. De esta manera obtienen una bandera fácil de enarbolar que movilizará a sus bases sin meterlos en un callejón sin salida; pero que tampoco les resolverá nada .

La tercera contradicción tiene que ver con su posición en relación con las próximas elecciones locales. Mientras llaman a votar a favor del PRD ( porque así se interpreta la tarea que se plantea la asamblea estatal de: “Seguir impulsando el voto de castigo al PRI, PAN, PANAL y PVEM, quienes son los responsables de las reformas estructurales en el país y de sostener al tirano URO”), este partido se niega a aceptar sus candidaturas y las que ha propuesto la APPO. Pero además, llamar a la población a dar un voto de castigo a los partidos ya mencionados es llamar a participar en las elecciones, tarea que se contrapone a la dinámica de radicalización de su movimiento.

¿Hacia dónde va un movimiento sindical en estas condiciones? ¿Creen acaso que pueden, en el asunto de la reforma a la ley del ISSSTE, ganar en la calle lo que se ha perdido en el Congreso? ¿O que pueden ayudar a la subsistencia del ISSSTE, cuando se niegan a pagar cabalmente sus impuestos, que son los recursos que en parte sostienen a los organismos públicos, mientras reclaman mejores prestaciones de ellos?

Lo que aún queda del Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación (MDTEO) debe someterse a una severa autocrítica si quiere subsistir. Debe en primer lugar resolver el problema de construir su dirección política y sindical, aceptar que la intransigencia en la demanda de la salida del Gobernador le quebró la espina dorsal al movimiento al impedirle aplicar el método de “Movilización-Negociación-Movilización” y cerrarse en un activismo perpetuo. Debe buscar la reconciliación con los que pudieran ser sus disidentes sin abandonar la lucha ideológica. Debe mantener una efectiva independencia del Estado para recuperar su identidad. Debe poner el ejemplo en la transparencia de su gestión sindical. Debe definir su papel en el desarrollo educativo del pueblo a quien dice apoyar. Debe en fin refundarse, para así contribuir a la construcción de una sociedad mejor educada, justa, regida por el derecho y no por la fuerza; una sociedad con una gobernabilidad democrática en la que se garantice a los ciudadanos la seguridad y la posibilidad de un futuro mejor para ellos y para sus hijos.

Al parecer, nada de esto será posible por ahora. Tendremos que sufrir, quizás, una violencia creciente a partir de mayo; lo malo es que Oaxaca no resistirá un segundo incendio. Ya mucho se ha perdido.

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