sábado, 29 de enero de 2011

EL IEEPO Y SUS TRABAJADORES

En el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) las cosas están cambiando: los despidos masivos de personal por contrato, reubicación de personal administrativo de base y el cierre de algunas oficinas, parecen anunciar que las cosas no serán como antes. No obstante, la configuración administrativa del IEEPO, obedece a su propia historia y a ciertas condiciones particulares, comentemos algunas.
Las tres delegaciones sindicales, cuyos afiliados ofrecen sus servicios en las oficinas centrales del IEEPO, han mantenido una tensa relación con el resto de la Sección 22 del SNTE, a la cual pertenecen. De ellas, la D-III-4 es la delegación sindical más numerosa, las otras dos, son las de primaria y educación indígena.
Estas tensiones, son una consecuencia del bajo nivel de productividad y desempeño de los empleados administrativos. Los maestros y personal ubicado en las escuelas, se quejan constantemente del retraso en sus trámites de: pagos, licencias, jubilaciones, cambios de adscripción etc., todo ello atribuible al desempeño de los trabajadores administrativos y a las constantes tomas del IEEPO.
Durante las administraciones de los gobernadores Diódoro Carrasco y José Murat, los empleados administrativos fueron evaluados en su desempeño por al menos dos programas (“Ciudadano Sorpresa” y “Usuario Simulado”) y obtuvieron calificaciones inferiores a 54 puntos ( Máximo=100) y observaciones tales como: “el personal se ausenta de la oficina”, “las mujeres tejen o venden productos”, “comen en su escritorio”, “no son amables”, todo en horas hábiles.
Por su parte, los trabajadores de las oficinas centrales del IEEPO, se quejaban de que los maestros tomaban constantemente el IEEPO y no les permitían desempeñar sus labores y que los padres de familia o las comunidades quejosas, secuestraban al Instituto dejando a las madres encerradas con grave perjuicio para sus hijos, a quienes no podían recoger de sus escuelas. Hubo ocasiones en que quienes tomaron el IEEPO, golpearon al personal administrativo y dañaron sus vehículos y propiedades, o bien pasaron un buen susto con una amenaza de bomba o un temblor.
Esto último, se agrava porque el edificio central del IEEPO, está en malas condiciones. Pensado para albergar a un número determinado de personal, hoy trabajan en el edificio central tres o cuatro veces más gente de lo debido. El peso que soportan los pisos superiores es dos o tres veces superior al que fue calculado para su servicio y se corre el riesgo de que en un temblor colapsen. No hay salidas adecuadas de emergencia, ni rutas de evacuación libres de obstáculos; en este sentido, cabe destacar en particular que quienes trabajan en el área de la dirección general laboran en una trampa mortal. Todo esto fue señalado en su momento a las autoridades correspondientes, y desconozco si han tomado recientemente cartas en el asunto.
Bajo esta situación, el personal de las oficinas centrales, fue bajando aún más su nivel de desempeño, al grado que, al menos desde 1995, se incrementó la contratación por honorarios de personal de confianza, para poder resolver las tareas urgentes y necesarias que requieren el servicio educativo y la atención al personal docente y directivo.
Los constantes paros y tomas del IEEPO y los hechos antes mencionados, obligaron a rentar edificios para oficinas alternas, donde por lo regular se adscribía a personal de confianza contratado por el régimen de honorarios. El crecimiento del personal administrativo, no sólo afectó al de honorarios; el personal con “plaza” se incrementó a más de 13 mil personas en todo el estado, sin contar aquellos comisionados en las áreas bajo el control de la Sección 22, quienes ostentan en su mayoría plazas docentes.
Puse la palabra plaza entre comillada, porque al personal administrativo que ha sido contratado del año 2000 al 2010, le fue asignada una clave que no cuenta con el respaldo presupuestal necesario, ya que la SEP no ha autorizado plazas de Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación (PAAE) desde hace ya mucho tiempo.
El personal de confianza y las oficinas alternas fueron de gran utilidad al IEEPO en administraciones anteriores, cuando, debido a los frecuentes conflictos intrasindicales, las oficinas centrales estaban prácticamente inhabilitadas y el sindicato exigía pronta solución a sus demandas, lo cual podría parecer incongruente, pero así era; quienes sacaban finalmente al “buey de la barranca” eran las oficinas alternas y su personal de confianza.
Un ejemplo reciente fue el de quienes iniciaron sus trámites para la jubilación. Debido a la incertidumbre y el desconocimiento de las reformas a la ley del ISSSTE, un gran número de docentes y PAAE decidieron jubilarse. El personal de base de las oficinas de personal, no sólo no se dieron abasto, sino que hacían tortuguismo para que les fueran pagadas horas extras y en algunos casos, sólo trabajaban las horas extras y no lo hacían eficientemente en las horas regulares. La decisión de las autoridades y del propio sindicato, fue habilitar oficinas alternas de personal para desahogar los trámites.
Ahora las autoridades del IEEPO están dando término a los contratos de una gran cantidad de personal de confianza, algunos con muchos años de antigüedad y con un desempeño muy eficiente. Supongo que la D-III-4 y las otras dos delegaciones han convenido, al fin, con la Dirección General, elevar su productividad y mejorar su desempeño; porque si continúan con el mismo nivel de burocratización de antes, tarde se le hará a las nuevas autoridades para comenzar a contratar en abril de este año, al personal con el que desahogarán todas las exigencias de los niveles educativos y de la propia Comisión Política de la Sección 22, así como rehabilitar espacios para poder hacerlo. Espero sinceramente que no sea el caso y que de verdad las cosas cambien.

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