sábado, 14 de noviembre de 2009

MÉXICO Y LA NOVELA NEGRA

Un buen amigo me recomendó que leyera la trilogía de Stieg Larsson, un escritor sueco: Los hombres que no amaban a las mujeres, La niña que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire (todas en Editorial Planeta Mexicana S.A, de C.V). Stieg Larsson, hombre de una capacidad increíble para escribir y fabular, murió antes de ver publicadas sus novelas.
Periodista y luchador incansable contra el racismo y el maltrato a las mujeres en sus años mozos, también militó en las filas del marxismo revolucionario; fue y siguió siendo trotskista hasta su muerte. Gustaba de escribir compulsivamente, fumar y comer alimentos chatarra. Uno de sus amigos dijo: hizo todo lo posible por morir.
Stieg Larsson escribió cinco novelas de las cuales tres han sido publicadas, se habla de un cuarto volumen inédito, no sabemos si algún día será publicado, el quinto no lo será nunca, pues lo destruyó el autor. Larsson es una de esas rarezas de la literatura. Sus novelas, contadas con buen estilo y con un ritmo que no deja caer el suspenso, nos describen un mundo sombrío, lleno de maldad. En él, los ricos son la condensación del mal, la policía tradicionalmente corrupta y sus personajes principales están marcados por obsesiones y manías que los encadenan y determinan trágicamente cada uno de sus actos.
Vargas Llosa ha criticado la obra de Larsson, y de ella ha dicho que es, sin duda, destacable; aunque falto de rigor y con errores estructurales en la narración. Sin menosprecio de tan docta opinión, se tiene que aceptar que en el caso de Larsson, las grandes ventas coinciden con una buena crítica.
Tenía la intención de seguir el consejo de mi amigo leyendo las novelas en orden cronológico, no fue posible, porque la primera, Los hombres que no amaban a las mujeres, se había agotado, de modo que comencé por leer la segunda: La niña que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Confieso que el título en español no me gustó, me pareció largo e insípido, en el original sueco es “La niña que jugaba con fuego”, que se apega más al contenido de la novela. Fuera de eso, la lectura fue muy agradable, emocionante e instructivas, sin pretender ser didáctica. En la relación de los personajes, se da uno cuenta de cómo los hombres tratamos y percibimos a las mujeres, más allá de lo que comúnmente aceptamos; y nos enteramos de cómo las mujeres, en ese mundo larssoniano, construyen sus relaciones sexuales, que están muy lejos de cualquier estereotipo.
La muerte satura la existencia; pero no la muerte como un hecho biológico inevitable, sino la muerte inesperada y la mayor de las veces injusta y violenta. En la novela de Larsson, desde los primeros capítulos ocurre una muerte, en este caso el muerto se lo merecía. El personaje que propició la muerte es Lizbeth Salander, una chica de una sorprendente inteligencia innata, poca belleza, delgada, de baja estatura y de una gran sensibilidad. Será ella el centro de la novela y el resto de los personajes servirán para conocerla mejor, al mismo tiempo que juegan sus roles en un incesante actuar, que va de un asunto a otro, para que poco a poco vayan adquiriendo la unidad que permite develar el misterio en la vida de la Salander.
El inesperado final de la novela tiene un efecto doble: da respuesta a las interrogantes que ya para entonces se ha formulado el lector y a partir de la imagen concluyente, surgen nuevas dudas, que exigen continuar con la lectura de la trilogía. No tiene desperdicio.
Después de leer la novela mi interés por el autor creció, y me enteré que algunos críticos se sorprendían por la forma en como describía a la postmoderna Suecia en sus novelas. Lo cierto es que Larsson tomaba los temas de su obra de otros países, tanto europeos como americanos, y entre ellos ¡México!
Al parecer el escándalo de las muertas de Juárez llamó su atención y obtuvo la información necesaria para sus novelas. A pesar de lo poco edificante que ahora resultamos como ejemplo, de algo sirvió nuestra desgracia, un excelente autor nórdico hizo de la tragedia de Juárez una obra maestra de la novela negra.
Comentaba con Rebeca Romero que, en el mar de males que nos aquejan, brilla una esperanza: quizá podamos, algún día inspirar a un Premio Nobel de literatura, o Oaxaca llegue a ser la Comala de futuras novelas negras, de mucho éxito. Preocupa sin embargo que nuestros fabuladores se dediquen a la política y no a la literatura. Lo digo por el presidente Calderón, quien de pronto decreta el fin de la recesión, como desaparece empresas públicas sin más ni más; que ve un complot donde sólo hay ineficiencia y torpeza y que además gusta de las historias de guerra de buenos contra malos.
Del lado de la oposición también se cuecen habas. Andrés Manuel López Obrador insiste en escribir la historia del santo laico, una especie de san Martín de Porres, fray escoba, que en lugar del instrumento de limpieza sea retratado con un arado para que vean cómo se prepara la tierra para sembrar la semilla de la revolución. El PRI en cambio, no parece gustar de las obras de gran calado, prefiere los cuentos cortos, que entretengan y en ocasiones hasta hagan reír, como cuando declararon que votaron a favor del paquete fiscal calderonista, pero que ya preparan una reforma que resarcirá los daños. De veras, no sabe uno si reír o llorar.
No andamos escasos de talentos literarios, solo pasa que equivocaron la carrera.

lunes, 9 de noviembre de 2009

MÉXICO Y LAS DEFINICIONES

El presidente Felipe Calderón declaró que la economía del país muestra signos de recuperación; pero muchos se apresuraron a contradecirlo. Lo que se puede observar y sentir, es que los ingresos de la mayoría de las familias mexicanas resultan cada vez más precarios. Algunos especialistas en economía, afirmaron que la recuperación del país puede iniciar en el 2012, lo cual no es nada alentador; mientras tanto ¿qué proponen los gobernantes y los líderes políticos en México? Nada nuevo, ni siquiera algo que dé confianza en el futuro.

La crisis económica por sí misma es dolorosa; pero lo temible es la ausencia de respuestas por parte de quienes ostentan la dirección del país. El gobierno federal se ha limitado a decir que combatirá la pobreza; pero no queda claro el cómo. Los partidos políticos parecen paralizados y algunos que alzan la voz, lo hacen para criticar al gobierno, pero no proponen nada y lo peor es que, al parecer, sus posiciones ganadas en algunos estados o en el congreso federal, no sirven de gran cosa.

La receta económica que sigue el gobierno federal, se agota en los contenidos del llamado Consenso de Washington, no parece haber más propuestas. El tristemente célebre Consenso, comenzó siendo una receta para reestructurar la deuda de países como México y terminó siendo un "modelo" de política económica que hasta su autor se ha encargado de descalificar (John Williamson). El mismísimo Carlos Salinas de Gortari ha afirmado que el Consenso de Washington, ha sido utilizado para desmantelar economías enteras, como fue el caso de la ex Unión de Repúblicas Socialistas y Soviéticas (URSS); de modo que entiendo que hoy, al aplicarlo a nuestro país, se desmantela la economía de México ( Ver: Carlos Salinas de Gortari. La "Década perdida". 1995-2006. Neoliberalismo y populismo en México. Random House Mondadori, S.A. de C.V. 2008. México.). Nadie parece dispuesto a detener esta siniestra misión.

En el contexto de este inercial mutismo, continúa la masacre en la llamada guerra contra y entre el crimen organizado; por otra parte, la pobreza obliga a la acción criminal, y no me refiero sólo a los ciudadanos comunes, sino a quienes desde el poder se corrompen y actúan de manera ilegal. Algunos han llegado a sentirse salvadores de la patria y se atreven incluso a sostener que la acción fuera de la ley, es el método correcto para combatir al crimen organizado. Paradojas de este tipo irán apareciendo con más frecuencia; porque cuando un sistema se cierra, sus contradicciones internas comienzan a consumirlo. No me refiero a un "sistema social"; sino a un sistema de pensamiento. Si buscamos soluciones a un problema nuevo, mal haríamos en cerrarnos en el conjunto de ideas y premisas que con su aplicación, produjeron los males y limitarnos a él para construir respuestas. Por principio debemos abrir nuestra manera de pensar.

Desde luego no basta con ser receptivo a las nuevas ideas, hay que ser además juicioso vemos porqué:

El Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha señalado con valentía las causas de los males que nos aquejan. Su reclamo surge a raíz del desprecio que la derecha siente por la alta cultura y más aún, por la educación popular.

El Dr. José Narro Robles hizo un análisis de la situación del país y sus rezagos en materia económica, social, educativa y científica y su conclusión fue terminante:

Hay en el país una creciente desigualdad, combinada con una concentración de la riqueza. México es una nación desgarrada, porque en su interior coexisten localidades con un índice de desarrollo humano igual al de los Estados Unidos y otras por debajo del promedio de los países africanos (José Narro Robles. Educación superior para el desarrollo. En la revista "Este país. Tendencias y Opiniones. Octubre de 2009. pp.23-29).

La causa de todo esto reside en el hecho de que quienes dirigen los destinos del país, se basan en modelos teóricos y no en la realidad social de México. Dice el Rector de la UNAM: si se piensa en salir de la crisis, más allá de lo circunstancial, el Estado debería ver hacía la educación, sobre todo hacía la educación superior.

Quizá no aporte el Dr. Narro nada nuevo al diagnóstico de la situación de México, lo novedoso no es lo planteado por el Rector, sino su actitud: el tomar partido por quienes quieren a México y trabajan para lograr su desarrollo y la mejoría de su población. Poco a poco se irán deslindando los campos. Más y más líderes de instituciones nacionales, líderes de opinión, intelectuales, artistas, científicos y simples ciudadanos irán definiendo su postura por uno u otro bando.

No veremos un escenario maniqueo de buenos contra malos, porque cada quien definirá su postura desde el lugar en el que se encuentre, y esto irá matizando la situación; pero el sentido general será el de la inevitable definición, pero se complicará, porque los políticos oportunistas se pronunciarán a favor de quienes vayan ganando terreno en esta lucha sorda por salvar a México y será difícil distinguir entre quienes actúan por convicción y los hipócritas.

Esto de "salvar a México" no es retórica. La URSS, como he dicho, fue prácticamente desmantelada y la nueva Rusia se repuso sobre un Estado en ruinas . Varios países de Oriente Medio y África están siendo saqueados a la vista de todos, lo mismo que nuestro país.

El Dr. José Narro se ha definido desde su alta investidura como Rector de nuestra Alma Mater. Otros no tardarán en hacerlo.

Un ejemplo es el siguiente: en el reciente número de la revista Nexos del mes de noviembre, Jorge G. Castañeda y Héctor Aguilar Camín, han formulado su propuesta ( Un futuro para México. Nexos. Nº 383, noviembre de 2009, pp.:34-49). Ambos son hombres inteligentes y con una sólida formación académica, además de una variada experiencia política. De sus planteamientos no daré cuenta, sino en otra entrega en este mismo espacio editorial. El lector interesado podrá, en todo caso, consultar lo que ellos proponen en la citada revista, por lo pronto sólo quiero contrastar la posición de estos autores con la del Dr. José Narro.

El Rector de nuestra Máxima Casa de Estudios ha definido su postura desde una posición plenamente identificable: la rectoría de la UNAM. Esto permite valorar las ventajas y los riesgos de lo que el Dr. Narro declara y propone, todo ello en función de intereses visibles: lucha por incrementar el presupuesto de la institución que dirige y se propone mejorar a la Universidad Nacional, que además es una institución pública. No sucede lo mismo con Jorge Castañeda y Héctor Aguilar Camín ¿ cuál es el locus desde el que analizan la situación del país? ¿ cuáles son los intereses que representan, si es que representan alguno?

No quiero que se me mal interprete, no estoy en contra ni critico a priori lo que ambos autores proponen, por el contrario, algunas de sus propuestas, como ya lo explicaré en un artículo próximo, me parecen interesantes; lo que quiero destacar es que en este proceso de definiciones individuales y grupales que se harán públicas con motivo de la difícil situación que vive el país, es importante que quien proponga o declare, lo haga a partir de una posición identificable y con los intereses que defienda o represente puestos en el tapete; ya que es de esperar que nadie que actúe dentro de la ley y honestamente, debería ocultar sus propósitos.

Castañeda y Aguilar Camín formulan su propuesta desde la revista Nexos, ¿ son esos los intereses que representan? No lo dicen. ¿ Representan a alguna organización ciudadana con fines establecidos? No lo sé. ¿ Lo hacen a titulo personal? No lo aclaran. En fin, no se trata de descalificar sino de identificar de dónde parte la propuesta para comprenderla mejor.

La forma de hacerlo, en mi opinión, es identificar el lugar y los intereses de donde surgen y motivan los argumentos, después vendría la reflexión sobre lo que se afirma y posteriormente, continuar el diálogo que permita las coincidencias o mejor aún, que enriquezca los planteamientos, todo ello en el contexto de un proceso de comunicación donde impere el respeto hacia el interlocutor y sus propuestas.

Vivimos tiempos de definiciones, quizá lo único bueno que ha traído la crisis. Tengo la confianza en que sabremos, como país, construir un México mejor; debemos empezar por escucharnos.

domingo, 1 de noviembre de 2009

LOS MASONES SEGÚN DAN BROWN

Terminé de leer la nueva novela de Dan Brown "El símbolo perdido" (Ediciones Planeta Mexicana, 2009), que trata sobre una venganza, que amenaza a un destacado masón del rito escocés. Como en casi todas las novelas de Brown, en ésta, la acción es vertiginosa, todo sucede en una noche y tiene que ver con el desciframiento de supuestos códigos masones y el esclarecimiento de misterios y saberes ocultos.
Pienso que esta nueva novela no supera al Código da Vinci, que por su novedad y el tema de la vida secreta de Jesús, impactó a un público ávido de que se le revelen misterios de forma fácil. Lejanos me parecen los tiempos en que los jóvenes lectores, ansiosos por comprender, dedicaban horas al estudio serio y sistemático. Por eso obras como la de Finkelstein y Silberman ( La Biblia desenterrada. Siglo XXI editores), Betz y Riesner ( Jesús, Qumrán y el Vaticano. Editorial Herder), Johann G. Fichte ( Filosofía de la masonería. Editorial Istmo) o la de Eduardo R. Callaey ( La masonería y sus orígenes cristianos. Editorial Kier) se leen poco, pues si bien develan importantes misterios históricos o conceptuales, exigen esfuerzo y dedicación para adentrarse en sus textos. Resulta siempre más fácil la relajada lectura de una novela que se confunde con el verdadero saber.
Pero si el Código da Vinci resultó una obra pasadera, ahora no sucede lo mismo. La forma de narrar ya no es una novedad, el tema se agota antes de tiempo y el lector termina por aburrirse en los últimos capítulos llenos de lugares comunes.
En el Código da Vinci Brown toca un tema que, aunque conocido por unos pocos, para la gran mayoría fue una revelación; en el caso de El símbolo perdido, el asunto es menos apasionante y también menos misterioso, después de todo es más fácil encontrarse a un masón que a una divinidad. Del tema recreado en el Código dan cuenta los viejos evangelios gnósticos con bastante detalle y es parte de la historia, en cambio, el que se presenta en el Símbolo perdido, tiene una realidad actuante que no permite ser fácilmente tergiversada o arbitrariamente novelada.
Brown se quedó corto al reducir el tema de la masonería a la tradición de los padres fundadores de los Estados Unidos de Norteamérica; aunque en general la acción principal de la novela recrea el clásico drama masónico de la muerte de Hiram Abif por proteger la palabra sagrada, no se ahonda en los misterios de la masonería. Los ritos de iniciación se presentan grotescos y fuera de la tradición litúrgica de la orden y por si fuera poco, se mantiene la idea de la masonería como una organización con miembros ricos y poderosos, capaces de gobernar al mundo.

El secuestro del millonario masón Peter Solomon, con grado 33 del rito escocés, inicia la acción de la novela, su amigo, el experto en simbología, Robert Langdon juega, como en otras novelas del autor, un papel central junto a una bella e inteligente chica que resulta hermana del secuestrado: Katherine Salomon. Todo sucede en Washington, capital de Estados Unidos y centro masónico por excelencia.
Altos agentes de la CIA se ven involucrados en la historia ya que tratan de proteger una información que de revelarse traería graves consecuencias para la seguridad de los Estados Unidos y es precisamente esa información la que puede revelar el siniestro personaje que secuestró al Venerable Maestro masón. El secuestrador (Mal' akh) es también un alto iniciado que entra a la orden para vengarse y robar el secreto del símbolo perdido, (o la palabra secreta), que da a quien lo posee poderes inimaginables, mismos que ahora, según la novela, la ciencia de la mente, puede ofrecer por otros medios.

En la historia, la hermana de Peter Solomon, Katherine, es una científica que ha creado la ciencia de la Noética, encargada de estudiar la mente y sus propiedades. La noética marcará una confluencia entre la ciencia experimental y la antigua sabiduría iniciática, que hará superflua a la masonería y todo tipo de saber esotérico, pues ahora la ciencia dura se encargará de lo que antes se dejaba a la religión y a la filosofía sagrada; como si la masonería no insistiera en que es precisamente la ciencia y el saber racional lo que libera al hombre y no los dogmas y la imaginería religiosa.
El malvado Mal' akh desea destruir ese saber, porque quiere que la humanidad siga en la ignorancia y ser él y nadie más que él, quien posea el saber secreto. Lo curioso en la novela, es que este demente, que quiere ser dueño del mundo, no aspira más que a convertirse en espíritu, lo que no encaja con sus deseos de dominar materialmente al planeta.
La novela tiene varias contradicciones que no se resuelven y el gran misterio del símbolo perdido, resulta ser al final una perogrullada. Se presenta a la masonería como un club de ingenuos místicos filántropos que viven en el romanticismo de una saber oculto. Queda lejos la realidad de una orden con hombres instruidos, disciplinados y prácticos, que ayudaron a construir al imperio más poderoso de la edad moderna.
Con seguridad masones y no masones se divertirán al leer la novela, aunque a los primeros no les gustará ver a su orden descrita con una simpleza que más que profana, raya en la ignorancia; aunque, después de todo, dependerá más de la edad que el lector tenga.
No esperen grandes cosas de esta novela del ahora millonario autor Dan Brown, si pueden, simplemente disfrútenla.

domingo, 25 de octubre de 2009

¿DE REVERSA?

Vaya lío el que armó el Sr. Nava del PAN con su declaración de que el proyecto de ley de ingresos de la federación fue una propuesta del PRI. Ahora los del tricolor están muy molestos porque ven en la actitud de Nava, lo que en general esconde el PAN y la presidencia de la república: tirar la piedra y esconder la mano, escudándose en el PRI.
Los senadores del PRI regresarán a la cámara de diputados el proyecto de ley, desconocemos ahora cuál será la propuesta que resulte de esta revisión del malogrado proyecto. Se rumora que la presidencia de la república cabildea con intensidad para salvar su futuro; pues de los recursos que la ley le permita recabar depende su capacidad de maniobrar desde el poder. Por lo pronto, hay quienes piensan que su ligereza le costará a Nava el puesto de dirigente del PAN.
En el PRD, se ve ahora la posibilidad de robar cámara, aprovechando el enojo del tricolor y están en eso, quieren elaborar una propuesta con el PRI, que no presione mucho a los contribuyentes y con esto mejorar su imagen en las próximas elecciones. Quienes la han pasado mal son los diputados del revolucionario institucional, porque votaron por disciplina y ahora tienen que desandar sus pasos y revisar en serio el proyecto de ley de ingresos. Algunos están molestos y de ahora en adelante, dicen, tendrán más cuidado al votar ¿Será?
Más allá de los chismes y berrinches, lo que todo esto pone al descubierto son dos cosas: que nuestros diputados, lejos de escuchar el consejo de que se deben a sus electores, siguen sometidos a sus cúpulas partidistas y que el diseño de las estrategias, en este caso fiscales, poco tienen que ver con el propósito de superar la crisis que vive el país.
Si nuestros diputados siguen ahogando su capacidad de análisis y razonamiento, con las consignas que les dictan las dirigencias de sus partidos y se esfuerzan por velar más por los intereses de camarillas que del bien público, el disgusto de la ciudadanía se transformará en acción política y cada vez más se elevará el tono de las exigencias por reformas profundas. El juego de los partidos políticos debe definirse bajo la estrategia de proteger e impulsar aquello que convenga a toda la nación y, en su caso, proteger a los más vulnerables.
Los bandazos que ahora da el PRI, muestran que sus estrategias parlamentarias, se definen en función de sus intereses de corto plazo, mismos que tienen que ver con su reposicionamiento en el poder federal y no con una plataforma política sustentada en el interés público. El PAN, en su desesperación por tener alguna oportunidad de gobernar, se preocupa más por los problemas de caja, que por los serios problemas del país. El PRD, perdido en sus confrontaciones internas, no parece tener propuesta alguna, o al menos hasta ahora no ha dicho esta boca es mía, mientras sus aliados menores, hacen gala de la violencia y la burla como sustitutos procaces de la retórica parlamentaria. Hay pobreza en nuestros tribunos.
Las propuestas que algunos economistas han formulado para salir de la crisis, tienen que ver con la ampliación de la base fiscal, el control del gasto público y fortalecer la confianza reactivando el mercado interno, entre otras. El gobierno del PAN ha hecho todo lo contrario. Nadie parece ocuparse de la economía real y reducen la discusión a los problemas financieros del gobierno federal, como si con eso se garantizara la reactivación de nuestra economía.
Los secretarios de Hacienda y de Gobernación, ante la posibilidad de que la reacción del PRI los deje sin recursos para el 2010, han salido a defender lo indefendible. Siente uno vergüenza ajena al escucharlos.
Mientras todo esto sucede, la población ve reducidos sus ingresos, las deudas bancarias y comerciales agobian a la clase media; los pobres se vuelven miserables y los miserables delincuentes. En una escalada incontenible, la población más afectada se vuelca a la ilegalidad. Quienes piensan que el estallido social se dará pronto, convendría decirles que ya ha comenzado. Todos esperan ver a revolucionarios vestidos con uniformes y un fusil al hombro; no es así, el levantamiento de una parte de la población ya comenzó con el incremento de la criminalidad hace un par de años. Así empiezan las grandes transformaciones sociales, de modo imperceptible y bajo formas inesperadas; la otra imagen, la de la revolución social es un estereotipo que se revela tardíamente.
Que el lector no espere buenos augurios si la clase política del país no se ocupa de los problemas nacionales y abandona su sectarismo partidario. Es urgente un acuerdo nacional con objetivos y políticas claras, ese acuerdo podría iniciarse con el paquete económico del 2010 esa es la tarea de los partidos que están en el congreso. Es muy probable que el movimiento social en México, a la luz de la experiencia del SME comience a articularse y a formar el gran frente social que le podría dar sustento a un eventual acuerdo político para salvar al país.

miércoles, 21 de octubre de 2009

LAS LECCIONES DEL SME

Sorprende la cantidad de artículos que se han publicado en la prensa nacional sobre el asunto del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la empresa Luz y Fuerza del Centro(LyFC). Las posiciones van desde el apoyo incondicional al SME de quienes se reclaman de izquierda, además de sindicalistas, hasta los que aprueban la decisión del presidente Felipe Calderón de extinguir a la empresa y le aplauden de pie, sin dar muestra de pudor alguno.
En medio están los que “matizan” su opinión de apoyo al sindicato, diciendo que la empresa Luz y Fuerza estaba enferma de burocracia, que ciertamente las pérdidas eran cuantiosas, pero que al fin de cuentas el SME sólo obtuvo lo que el gobierno acordó en darle como parte de sus prestaciones, por inconciencia, incompetencia, temor o lo que fuera; lo cierto es que los privilegios de que gozaban los trabajadores, fueron acordados con los funcionarios públicos desde hace ya varios años, desde que el PRI dominaba el gobierno federal y así continuó con el PAN hecho gobierno.
Otros aprueban con “reservas” la decisión presidencial, aceptan que la medida de cerrar LyFC fue un recursos extremo pero necesario y sostienen que : la economía de las empresas públicas se sanea con mano firme y mandando al desempleo a miles de trabajadores, ni modo ese es el costo.
Los que critican en voz baja la medida, dicen que resulta estúpido cerrar la empresa, despedir a trabajadores enfermos de corrupción y burocratismo, para después recontratarlos en empresas públicas que no han llegado a los extremos de Luz y Fuerza, sólo para contaminarlas; o los otros, aquellos que ponen en duda la legalidad de la medida adoptada por el presidente.
Y así habrá muchas más: a favor o en contra de la decisión del presidente o a favor y en contra del SME; sin embargo, no he leído o escuchado opiniones que cuestionen la legalidad de las negociaciones y acuerdos que hubo entre el gobierno y el sindicato, porque esto implicaría a funcionarios públicos de origen priísta y panista; tampoco he leído nada acerca de la burocratización del SME y los vicios que, en esas condiciones, afectan al sindicato; porque esto llevaría a revisar la situación de otras organizaciones como la de petróleos mexicanos, el SNTE, la de los telefonistas y otras más.
En cuanto a la decisión del presidente, hubiera sido deseable que se llamara a cuentas a los funcionarios que llenaron de privilegios y recursos al SME, para que se le fincaran responsabilidades por crearle pasivos impagables al gobierno federal y por tanto a la población, y además por no cumplir con el mandato constitucional, que exige que las empresas públicas sean eficientes y eficaces.
El segundo aspecto del problema es más complejo, porque tiene que ver con la crisis de los sindicatos en México. Desde la década de los 70´s, período de auge del sindicalismo democrático, el Estado creó los mecanismos de su incorporación al sistema político, dejando que el discurso hueco de los “nuevos sindicalistas”, inundara las calles y las plazas públicas, pero cuidando de que sus acciones no consolidaran un frente clasista, por demás peligroso. Ya en los años ochenta los gobiernos neoliberales se encargaron de minar a las organizaciones de trabajadores desmantelando poco a poco las condiciones jurídicas que les daban sustento y garantías. En los años 90´s la globalización se encargó de desmantelar lo poco que quedaba de los pequeños y medianos sindicatos. ¿ Qué sucedió con los sindicatos democráticos y las grandes centrales obreras? Sufrieron el proceso conocido como “aristocratización”, que hace de los obreros piezas dóciles, cuyos sindicatos gozan de muchos privilegios, y en los que un grupo de trabajadores muy bien pagados los dirigen, mientras controlan al resto con la esperanza de que lograrán mejorar su situación y metiéndoles en la cabeza que , a diferencia de otros trabajadores, gozan de un “poder” real sobre sus centros de trabajo: el poder proletario. Nada más falso.
La aristocracia obrera fue siempre el sector de los trabajadores que mediatizó y mediatiza la lucha de los sindicatos, permitiendo el control de las organizaciones laborales, mientras se alienta la imagen de sindicatos independientes y combativos, que en realidad resultan inocuos. El caso es paradójico pero aleccionador: mientras más logros obtiene un sindicato y más poder burocrático se le delega, corre el riesgo de corromperse y en nada distinguirse del viejo charrismo sindical. El llamado sindicalismo independiente, en su mayoría, está enfermo de aristocracia obrera y su separación del Estado, para el caso de las empresas públicas, está en relación inversa a sus privilegios burocráticos.
El SME y otras organizaciones obreras “democráticas” e “independientes”, comparten el mal de la burocratización y sufren a sus propias aristocracias. Esa es la lección que da el Sindicato Mexicano de Electricistas, una que llama a la revisión profunda del sindicalismo en México, de aquel que hizo posible, en los ya lejanos años setenta, la insurgencia sindical en nuestro país.
Habrá que ver si existen las condiciones para que resurjan las organizaciones laborales en México, aquellas que sepan solidarizarse con sus compañeros de clase y con el resto de la población en situación de marginación y de pobreza; pero no queriendo enarbolar la bandera de cada sector del pueblo, asumiéndose como iluminados, por encima de todos los trabajadores; sino sirviendo desde su centro de trabajo con honradez y compromiso social, y que como organización, eviten recibir los privilegios que los otros no tienen, buscando lograr el principio de: a igual trabajo igual salario, consolidando su democracia interna y construyendo un compromiso con el resto de los trabajadores.
Adicionalmente, un nuevo equilibrio entre salario y capital es urgente y necesario. La vía de la reforma fiscal es una, hace falta la de la reforma laboral, de la que poco o nada se ha dicho.

jueves, 1 de octubre de 2009

CRISIS Y UNIVERSIDAD.

La crisis internacional que azota hoy a México, ya se ha comentado, es la peor que hemos vivido en nuestra historia contemporánea. Lo que no se ha dicho es que la dependencia en materia de conocimiento que sufre la mayoría de los países del mundo con respecto a unas cuantas metrópolis, nos llevará en breve, a una situación nunca antes vivida por la humanidad: la esclavitud científica y tecnológica.
Las instituciones de educación superior de un puñado de países del mundo, son las que producen más del 60% de los conocimientos que hacen posible la vida moderna. Las industrias de esos países, son los principales motores del desarrollo tecnológico del orbe. Fuera de los Estados Unidos de Norteamérica, Japón, Alemania, Francia y el Reino Unido, el resto de los países del mundo, aportan muy poco al desarrollo científico y tecnológico. En esto América Latina y menos aún México, nada tienen que ver. Nuestra esclavitud, científica y tecnológica, está pues garantizada.
Es preocupante darse cuenta qué poco se ha hecho para remediar la situación de México en materia de política del conocimiento y de desarrollo tecnológico; pero es alarmante percibir que lo que en el ámbito internacional es una notable concentración de la capacidad de producir ciencia y tecnología, en nuestro país se sufre, además, como una espantosa desigualdad: en estados como Oaxaca, la universidad autónoma intenta sobrevivir, manteniendo al mínimo sus servicios,
Las universidades públicas en México, están condenadas a la muerte por inanición si no actuamos de inmediato y entre ellas corren mayor riesgo las universidades que como la Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) sobreviven con un subsidio miserable. Hoy, más que en otros momentos de nuestra historia, salir de la crisis pasa por el apoyo a nuestras universidades y de éstas, a las que están en mayor riesgo.
Si evitar la esclavitud que propicia la ignorancia es tema estratégico para México, hacer justicia a los miles de jóvenes que desean realizar una carrera universitaria es impostergable: La ciencia no flota en el éter de la sapiencia, se encarna en profesionistas y hombres de ciencia; por eso, desarrollo y justicia van de la mano y en Oaxaca, si algo falta, es que se le haga justicia al pueblo de Benito Juárez y a la universidad a la que él dio origen y nombre.
Es abismal la diferencia de apoyos a las Universidades Públicas del Sur y Sureste de la República en relación con el resto del país, por citar un dato: la relación del costo por alumno en proporción al monto de la media nacional de las demás instituciones de educación superior, es inferior para los estudiantes de la UABJO, para lograr la equidad en este rubro se requiere un presupuesto anual de cuando menos mil 200 millones de pesos.
Al ser la UABJO, la universidad pública que absorbe al 60 por ciento de la población estudiantil en el Estado de Oaxaca, hace que el fenómeno del crecimiento poblacional evidencie la necesidad y urgencia de incremento del subsidio presupuestal; pero al mismo tiempo representa la justificación para rescatar programas de inversión a los sistemas productivos estatales que permitan la proyección y puesta en práctica de nuevas carreras en la UABJO, además de privilegiar la Investigación en todas las áreas y gestionar los campos clínicos en el ámbito nacional, para los estudiantes de medicina, con nuevas opciones educativas.
Hace unos días, en el senado de la república se promovió un punto de acuerdo solicitando recursos para la UABJO. El acto es intachable; pero la intención preocupa por lo que puede ser: un hecho que justifique una supuesta lucha por el incremento del subsidio que oculte un interés desestabilizador. La actual huelga de la universidad puede ser el inicio y es necesario que se tomen medidas ahora.
La UABJO no está condenada al fracaso, creo firmemente que existen soluciones que no se ha intentado construir; pero que no se pueden postergar. En nuestro sistema de universidades y principalmente en nuestra Alma Mater, centramos nuestra esperanza de que Oaxaca constribuya a que el país salga de la crisis y se reconozca el potencial que, en sus hombres y mujeres, encierra nuestro estado.

domingo, 20 de septiembre de 2009

¿Y LOS BANCOS?

Una reciente encuesta de opinión, muestra que los mexicanos estamos convencidos de que el gobierno ha gastado mal los recursos de que dispone; y cuando se le pregunta al ciudadano de la calle qué se debe hacer, su respuesta es: reducir los gastos.
Ojalá y las cosas fueran así de simples. No tenemos dinero, luego entonces, no gastemos lo que no tenemos. En efecto, el sentido común nos indica que debemos que apretarnos el cinturón en tanto el país se recupera; el problema es cómo y cuándo se recuperará.
Cuando nos planteamos lo anterior, nos damos cuenta que no basta con apretarnos el cinturón reduciendo los gastos del gobierno, hacen falta otras cosas. Una de ellas, en mi opinión, es que revisemos el tema de los bancos. Tengo la impresión que será un tema que abordará la nueva legislatura federal, cuando traten el asunto de la política económica que conviene al país.
Sé que el tema es muy serio, pero estoy convencido que los mexicanos no soportarán más el brutal empobrecimiento de que están siendo objeto. La banca mexicana se ha dedicado a generar deudas, su papel como agente financiero del desarrollo se ha desvanecido en un mar de escándalos y corrupción. Si tuviera que dar mi opinión acerca de la banca mexicana, diría: está saqueando al país.
El mundo sufre los efectos que provoca un capital financiero desbocado. En todo el planeta se busca una solución al problema, pero los fuertes intereses de quienes reciben miles de millones de dólares de ganancia, impiden que este mal se supere.
El sistema financiero internacional, encontró una mina de oro en la magia de convertir la deuda de los demás en dinero constante y sonante para él. Los bancos están ahora bajo un régimen de excepción; los depósitos que funcionan como garantía de sus acciones ante el banco central de los países, son, a veces, inexistentes. Sus operaciones de compra-venta, casi siempre especulativas, no son gravadas, (por ejemplo en México), pueden capitalizar inmediatamente los intereses que reciben por los créditos que otorgan, de un capital inexistente. Si señores: INEXISTENTE.
La banca nacional, otorga créditos, sin tener el dinero que lo respalde. Por ejemplo, los usuarios de tarjetas de crédito, reciben un plástico y comienzan a construir una deuda que será impagable y que los agobiará hasta su muerte. Sin embargo, una vez que el cliente haya intentado por varios años pagar su deuda con el banco, se declarará insolvente y su caso pasará a la cartera vencida del banco. El monto total de la cartera vencida de un banco, la paga en México el IPAB, cuyos fondos se supone son para proteger al ahorro, falso. Sus fondos sirven para asegurar que los bancos recibirán dinero a partir del monto de deuda que hayan sido capaces de crear. ¿Se da cuenta el lector del truco? Nunca hubo dinero, hasta que el deudor no pudo pagar y su deuda la absorbió el IPAB, pero el deudor no recibirá ni un quinto, todo, incluyendo los intereses, lo recibirán los banqueros.
Todos los créditos funcionan de la misma manera; nunca se cuenta con el dinero, sino con el “aval” del banco, los productores o comercializadores de bienes, le dan al usuario del crédito (deudor), los bienes a cambio de una promesa de pago, que el deudor hará efectiva al banco y el banco al productor o comercializador de bienes. Por sólo pasar el dinero de una mano a otra, el banco se lleva una millonada; pero el verdadero negocio, será la enorme masa de deuda que luego el IPAB, en el caso de México, hará efectiva a los banqueros, con intereses.
¿Y de dónde sale el dinero que le da el IPAB a los banqueros? Del trabajo de los mexicanos, que producen para que el dinero tenga respaldo real; por eso, cuando entra en desequilibrio el circulante con la cantidad de bienes en el mercado, el capital financiero presiona, para regresar al equilibrio, exigiendo al sector productivo que haya más bienes; le llaman incrementar la productividad. El sector productivo no producirá más, porque no tiene capital para invertir, o porque resulta más rentable dárselo a los bancos y vuelta a ganar. Lo cierto es que el negocio banquero, hace que a un país se le saquee, sin que en ningún momento haya un efecto benéfico para la economía real.
Lo que sucedió en los Estados Unidos, fue que la cadena de deuda-pago, se rompió y los bancos, muy inteligentemente, se declararon sin liquidez para cumplir con sus compromisos, que por arte de magia, fueron transferidos a la economía real. Los legisladores gringos, en nada parecidos a los mexicanos, antes de un rescate bancario ( ¿Recuerdan el FOBAPROA?), exigieron ver las cuentas de las empresas y arreglar con ellas, no con los bancos que ya se habían llevado una buena tajada del pastel. Lo anterior fue algo así como si el dinero del IPAB se lo dieran a los tarjeta-habientes, para que ellos pagaran su deuda y el gobierno mediara entre los clientes y los bancos, porque, aun y cuando el gobierno apoyara con dinero real a los deudores, la deuda sería impagable por los elevadísimos intereses que la “ley” le permite a los bancos aplicar, y cuyo ejercicio es parte importante de su negocio, cuyo nombre es: Agio.
El agio está penado hasta en las religiones, menos en los negocios del capital financiero. En México tenemos tan mala suerte, que ya la Suprema Corte de Justicia estableció que lo que hacen los bancos es legal y ¡ hasta moral! Créame, es cierto.
Por eso me llama la atención que muchos opinen que nuestros problemas se resolverán si el gobierno gasta menos y nos apretamos el cinturón. Desde luego que hay que hacer eso y más, entre otras cosas, evitar que los bancos, sigan saqueando al país.

sábado, 12 de septiembre de 2009

RETROLIBERALISMO

Por lo que he leído, muchas opiniones coinciden en que el paquete económico enviado por el presidente al Congreso federal, no representa una solución a la crisis que vivimos, y yo estoy de acuerdo.

Me parece absurdo incrementar los impuestos a la población. Gravar el consumo sólo provoca la contracción de la demanda interna, ponerle impuestos a los depósitos bancarios desalienta el ahorro, establecer un impuesto general para ayudar a los pobres es de una redonda estupidez; ¿Pero, no se les ocurre otra cosa?

Es bien sabido que la expresión norteamericana del neoliberalismo, establece catorce puntos básicos: disciplina fiscal, reordenación del gasto público hacia campos- como los de atención a la salud básica, la educación primaria y la infraestructura- que ofrecieran simultáneamente altos rendimientos económicos y potencial para mejorar la distribución del ingreso, reforma fiscal, mediante la disminución de las tasas marginales y aumento de la base fiscal, liberalización de las tasas de interés, tipo de cambio competitivo, liberalización del comercio, liberalización de entradas de inversión extranjera directa, privatización de empresas y servicios del Estado, desregulación para eliminar barreras de entrada y salida del mercado, certidumbre en los derechos de propiedad, liberalización de cuentas de capital, monetarismo, economía supply-side ( oferta) y la reducción de la intervención pública a su mínima expresión.

Esta receta, pensada originalmente para negociar la reestructuración de la deuda externa de los países Latinoamericanos, sirvió después para saquear a la ex Unión Soviética y a los países en desarrollo. El gobierno del Presidente Calderón va más allá del Consenso de Washington. Cómo se llama a este tipo de política ¿Retroliberalismo?

Al parecer al gobierno panista no le dejarán sus adversarios otra salida, que recurrir a la deuda externa y poner en práctica una política económica distinta a la neoliberal y más distinta aún a la retroliberal. Por lo pronto, Calderón debería preparar sus argumentos para que el congreso le autorice que endeude al país y con ello termine por enterrar a su fallido gobierno.

En mi opinión debe ponerse término al dominio del capital financiero, reformando las leyes pertinentes, pero sobre todo aquella que regula la operación de la banca en el manejo de recursos crediticios. Bajar las enormes tasas de interés bancario y establecer normas que penalicen la usura; porque hasta ahora les han solapado sus raterías. Otra reforma urgente es la del artículo 123 constitucional y sus leyes reglamentarias, para proteger a los trabajadores de la rapiña y fortalecer a los tribunales de arbitraje, porque tampoco se desea lesionar a los empresarios.

La reforma fiscal es más que urgente, pero aquella que redistribuya la carga fiscal de manera equitativa; pues debe gravarse al trabajo, pero también al capital y deben establecerse estímulos para la productividad y el desarrollo científico y tecnológico para que se estimule la inversión.

Debe regularse la inversión extranjera directa, para que se acumule capital real y no se especule en la bolsa de valores o en los bancos. Deben fortalecerse las empresas productivas del sector social y el Estado reservar su intervención para proteger la independencia y soberanía de la nación, y procurar la seguridad pública, impulsar la equidad y garantizar la aplicación de la ley. No hablo de PEMEX, porque está sobradamente sabido que se necesita dar un impulso a la exploración de nuevos yacimientos y modernizar a esa empresa estatal.

Estos son algunos puntos que, espero, aparezcan en el debate que seguramente habrá en el congreso acerca de cuál debe ser la política económica a adoptar. El Presidente Calderón ya propuso la suya, los empresarios harán lo propio; me pregunto: y los sindicatos, las organizaciones campesinas, los profesionales de la economía, ¿qué proponen? Su silencio me preocupa, porque no quiero imaginar esos niveles de complicidad.

El señor Slim propone un programa de microcréditos, que funcionaría bien una vez que se estabilice la economía, ahora solo provocará endeudamientos.

Si llegáramos a ponernos de acuerdo todos en lo que hay que hacer, este es el momento para integrarnos en un gran frente nacional, que nos saque de la crisis y pactemos el desarrollo, profundicemos nuestra democracia y fortalezcamos a México como Estado-nación.

Sólo espero que los partidos políticos no lucren con la crisis y quieran sacar beneficios mientras la población se muere de hambre y el país entre en una espiral de violencia; porque entonces será tarde y el cambio, para bien o para mal, se impondrá por la fuerza.

domingo, 30 de agosto de 2009

CRISIS Y SOCIEDAD CIVIL.

El gobierno federal y los gobiernos de los estados, analizan las posibilidades de superar la crisis económica y orientar sus políticas hacía ese objetivo. Algunos expertos, son poco optimistas y han expresado su opinión de que llevará tiempo para que la economía nacional se recupere.

Al parecer, México no participará de la incipiente recuperación que se pronostica para los Estados Unidos de Norteamérica, la caída del Producto Interno Bruto en más del 10%, será un duro golpe para nuestro país; mientras tanto, los efectos de la carestía y el desempleo se empiezan a sentir con más fuerza.

Hay reportes de suicidios provocados por la desesperación de las personas que no ven ninguna salida a su situación económica. Familias desintegradas por la discordia que provoca la pobreza, o por la necesidad de buscar empleo lejos de sus hogares.

La crisis económica amenaza con convertirse en una crisis social, en la que el vínculo social se afecte, quizás de manera irremediable. El vínculo social es el sentimiento recíproco, que nos hace ver en los demás a seres semejantes, en quienes podemos confiar y a los que podemos acudir en caso de necesitarlos. El vínculo social hace posible la solidaridad entre nosotros, la confianza, la simpatía y otros afectos hacia los demás; gracias a él sentimos que nuestros semejantes son igualmente humanos, y compartimos con ellos objetivos comunes y una idea colectiva de futuro; nos permite además construir nuestra propia identidad a partir de la relación con los otros y nos da esa sensación de que no estamos solos.

El vínculo social es parte estructural de nuestra personalidad, que proyectamos hacia lo social y que permite establecer relaciones y construir sobre ellas instituciones. Sin embargo, en los momentos de crisis, cuando el ser humano por la angustia y desesperación sólo piensa en salvarse, sin importarle la suerte de los demás, comienza a extenderse la desconfianza, el egoísmo y hasta el miedo hacia nuestros semejantes. El vínculo social comienza a debilitarse y termina por bloquearse, propiciando la desconfianza en las instituciones sociales y en los propios hombres. En una sociedad en ese estado, impera la ley del más fuerte y la desesperanza.

En estos tiempos, además de los bienes materiales, es importante fortalecer el vínculo social, porque no bastarán las medidas anticrisis que instrumenten los gobiernos, será necesario que la propia sociedad instrumente acciones para protegerse de los terribles efectos de la falta de recursos y servicios asistenciales. La clase media y los pobres deberán organizarse si quieren sobrevivir a la crisis.

La construcción de redes de apoyo mutuo son, en estos casos, muy útiles. Los vecinos en una colonia se organizan para vigilar y protegerse de los delincuentes; en otros casos esas redes sirven para obtener financiamiento, cuidar a los hijos o ahorrar utilizando los vehículos de manera colectiva.

Otra forma de acción son los proyectos de abastecimiento comunitario en los que la población se organiza en cooperativas de consumo, para comprar bienes al mayoreo y después venderlos a ese mismo precio a los demás socios.

Los comedores comunitarios, las guarderías populares, los dispensarios médicos y muchas otras formas de acción colectiva, deberán promoverse en las colonias y comunidades rurales. Las medidas anti crisis, no vienen todas del gobierno.

Este tipo de acciones fortalece el vínculo social y permite construir instituciones de la comunidad para la ayuda mutua. El gobierno federal y de los estados, deberían apoyar este tipo de iniciativas de la sociedad civil, para organizar a las comunidades y fortalecer sus redes de ayuda mutua.

Los diferentes niveles de gobierno, podrían establecer bodegas de víveres no perecedero a las cuales pudieran acceder los ciudadanos organizados para venderlos a precios subsidiados y recuperar parte de lo invertido, lo importante, no solo sería mantener el proyecto, sino fortalecer el vínculo social.

Lo mismo se podría hacer en otros casos, como el orientar a los estudiantes de medicina, odontología y enfermería hacia esos espacios de acción comunitaria, para establecer clínicas administradas por los vecinos, como parte de su trabajo social y como medio para ganarse una beca para continuar con sus estudios.

Las artes pueden ser un medio privilegiado para el encuentro comunitario y la reflexión. Es urgente que la gente pueda recrearse y discutir sus problemas con sus semejantes para conservar la salud mental . Por eso la práctica del deporte es indispensable, mantener el cuerpo y la mente sanas, en tiempos de crisis es una necesidad impuesta por las circunstancias.

Hace ya varios años, participé en un proyecto de cooperativa de consumo. Comprábamos alimentos con una línea de crédito que nos otorgó una empresa estatal. Conseguimos un local en la colonia y por las tardes vendíamos los productos. Nunca olvidaré la cara de alegría de las madres de familia, cuando veían los precios bajos y los kilos bien pesados, todo hecho por sus vecinos; gente a la que ellas conocían bien. Todos los proyectos tienen un ciclo de vida, y al nuestro le llegó su día y cerramos la tienda comunal. Fue una experiencia alentadora, que integró más a la gente que vivíamos en la colonia. Creo que la situación actual nos obliga a retomar nuestras experiencias y volverlas a poner en práctica; porque, insisto, el gobierno aportará parte de la solución, lo demás lo tendremos que hacer nosotros mismos.

sábado, 29 de agosto de 2009

EL MÉXICO QUE SE VA

Cuando Julio César cruzó el Rubicón, ante sus propios temores, se dijo, según registra Suetonio: Alea iacta est (La suerte está echada). El futuro fundador de la dinastía de los césares, se refería a que no hay marcha atrás una vez que se toma una decisión. Hoy, los mexicanos estamos por tomar una histórica, y no habrá marcha atrás. Me refiero al necesario cambio del modelo económico con el que hoy se gobierna al país. El primer problema será decidir, quién o quienes serán los encargados de hacerlo.
Nuestra situación, no parece mejorar. Son muchos los observadores que presagian catástrofes, yo prefiero sostener la idea de que, bajo ciertas condiciones, podremos salir adelante.
A Felipe Calderón, quien se auto nombró el presidente del empleo, las cosas no le han salido bien. No sólo son las “malas vibras”, lo es también la falta de previsión y oficio en el arte de gobernar. La suerte del Presidente Calderón debe ser una lección para quien pretenda gobernar a México.
Su primer error fue iniciar una guerra que le ha dado victorias pírricas. Nadie fue capaz de decirle: “Sr. Presidente, sus promesas comprometen al país”. Ahora será más difícil salirse del lío en el que se metió, metió al Ejército Nacional y a todos nosotros.
El segundo, no haber previsto la crisis en la dimensión en la que se veía venir. Me detengo un poco en este tema. En realidad no estoy seguro si fue incapacidad de su equipo económico, o complicidad con los fuertes intereses financieros de los Estados Unidos. Lo cierto es que de una crisis financiera, pasó a ser un desastre económico. Ya se ha anunciado que el Producto Interno Bruto caerá en más de un 10%. Si la crisis financiera arrasó con nuestras reservas, la crisis económica arrasará con la infraestructura económica del país y con el empleo. En un artículo publicado en esta casa editorial, anunciaba la insurrección que viene, lamento que los hechos me estén dando la razón. Otros ya lo han manifestado también: temen que la violencia social se desate.
La emergencia que produjo la influenza, tuvo un buen manejo, pero la política tenía como premisas: una economía fuerte, consenso social e instituciones consolidadas, es decir otro país. El gobierno de México actuó bien, pero en un terreno equivocado; como siempre, buenas intensiones puestas en acción con una estrategia equivocada. Así la forma en como se enfrentó la emergencia de la influenza, agudizó los efectos de la crisis.
En tercer término, la imprudencia de no diversificar las fuentes de riqueza del país, y por el contrario, apostarle a una reforma para la explotación y el aprovechamiento del petróleo, que se complicó, en parte por la oposición de varias fuerzas políticas; pero también porque tenía un fondo muy obscuro, en el que quizá haya estado implicado el malogrado Juan Camilo Muriño. El presidente se dejó llevar por la inercia neoliberal y no pensó en cambiar las reglas del crecimiento económico del país y ahora, todos estamos pagando el costo.
Dos de los principales instrumentos del gobierno federal, para incidir en la dinámica y la orientación de la economía nacional, se han manejado con una sorprendente falta de oficio: la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos. La primera es, para hablar con simpleza, la patente de corzo que el Congreso le otorga al gobierno federal para hacerse de recursos. Pues bien, la política de ingresos, refleja lo que todos sabemos: le apuesta a la vía de los impuestos en un 60 0 65%. De este porcentaje, más del 90% procede del ISR y el IVA, es decir, se obtiene de los trabajadores y la clase media, que somos la mayoría, ¿ Y los empresarios? Aportan sólo el 2% de los ingresos recaudados. Pero lo peor de esta política de ingresos, no es sólo su carácter parcial, sino la propia ineficiencia del gobierno federal, pues con todo, no logra recaudar los impuestos previstos, mal verdugo al servicio de los poderosos, que transfiere sus obligaciones a la crisis económica.
El resto del grueso de los ingresos. . ., adivinó usted, los proporciona PEMEX. Otras “empresas”, como Luz y Fuerza, no aportan, sino que se llevan dinero, para dizque producir energía. Otro renglón en negativo es la venta de diesel, que en lugar de darnos beneficios, nos quita dinero. En el caso de PEMEX, la ley de ingresos mandata al ejecutivo para que venda el petróleo a determinado precio; pues ¡no! No pueden venderlo al precio fijado, por múltiples razones. El caso es que tampoco recaudan todo el dinero necesario por esa vía. ¿Cuándo entenderán esto señores que los argumentos que den no justifican su incapacidad? Está claro, México contrata chalanes que salen muy caros y no dan resultados, al contrario, ahora nos enteramos de que también se roban el petróleo y el gas; no se roban las instalaciones, porque están muy viejas. Pero ahora me percato de que en todo esto, el sindicato de PEMEX no aparece por ningún lado en la discusión, ni para bien ni para mal. ¿Por qué será?
Para coronar nuestros males, cuando el mercado de hidrocarburos nos favorece, la Ley de Coordinación Fiscal, le permite al gobierno federal distribuir a discreción, los ingresos excedentes.
Está de moda hablar del Presupuesto de Egresos, otro de los instrumentos que el Congreso le autoriza al gobierno federal para incidir en la economía, y ofrecer sus servicios a los mexicanos. En la medida en que el presupuesto de egresos depende de la ley de ingresos y su ejecución, de entrada tiene que ser insuficiente, aparte de ineficaz. En lo primero, los recientes recortes presupuestales hablan por sí mismos. En lo segundo, tomen cualquier tema y analicen: el de la guerra contra el narco, el desarrollo social, la educación, la seguridad de los ciudadanos, la ciencia y la tecnología, la cultura, el deporte, el que quieran, ninguno soporta un análisis riguroso.
El caso de la educación, por ejemplo, se mantuvieron hasta ahora, las mismas políticas de austeridad que se establecieron con ¡Miguel de la Madrid! Ahora que el futuro nos alcanzó, pues se vuelven a justificar. No hay recursos para crear plazas administrativas y de personal de apoyo, a varios estados, como a Oaxaca, no les autorizan recursos para regularizar su presupuesto, pero los siguen manteniendo a merced de las secciones sindicales del SNTE, y para colmo, la Alianza por la Calidad de la Educación, que contrario al espíritu del Acuerdo para la Modernización de la Educación Básica y Normal firmado en 1992, ha centralizado el ejercicio de los recursos federales para ese rubro, y encima, se les exige a los estados que aporten dinero que no tienen. Ahora, la señora diputada electa, Josefina Vásquez Mota, amenaza con elevar a rango de ley, el programa de Elba Esther Gordillo: la Alianza por la Calidad Educativa. ¡Vaya desfachatez!
El último error del Presidente Calderón es el más tolerable, porque hará posible el término de la era del PAN: su política en las pasadas elecciones federales. Su autoritarismo no sólo es un problema de carácter, refleja también la incapacidad del la militancia del PAN , de romper con los vicios del viejo PRI. Cometió un error al convertir a la presidencia de la república en un instrumento al servicio de sus ambiciones personales. Hizo lo que quiso al interior de su partido y el costo fue muy alto: el PAN perdió casi todo lo que había ganado. No se ha comprendido aún que es importante fortalecer a nuestras instituciones republicanas. La presidencia de la república debió mantenerse al margen de los manejos partidistas y de las elecciones. Será necesario que de ahora en adelante eso sea una regla de oro; las instituciones deben manejarse con apego estricto a la ley.
El resultado de todo esto es que tenemos una presidencia debilitada. Las voces de expertos e inexpertos, anuncian por igual el próximo arribo del PRI a la cabeza del gobierno federal. Al PRD, hasta ahora, no se le ven posibilidades.
Si el PRI va en serio a retomar el poder de la presidencia de la república, sus estrategas deben pensar en llegar de la mejor manera, esto es, de manera incuestionable. Por eso, una tarea que le sería urgente al PRI, es la reforma electoral que revitalice al IFE y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de modo que no dependan de los partidos y vuelvan a ciudadanizarse. Otra, la reforma que someta a los medios de comunicación al Estado y no al revés, un pacto con el actual gobierno federal para contener la crisis y que permita blindar a los más pobres de México, y lo más difícil, convenir la transición hacia un nuevo modelo de desarrollo económico.
Si el PRI no llega al poder renovado y con una propuesta clara y diferente, contribuirá al hundimiento del país, cuando ahora parece que la historia le da la segunda oportunidad de coadyuvar para salvarlo.
Alea iacta est.

lunes, 17 de agosto de 2009

¡YA CHOLE SR. PRESIDENTE!

El pasado domingo 8 de agosto, los señores: Felipe Calderón, Barack Obama y Stephen Harper, Presidente de México, de los EE.UU. y Primer Ministro de Canadá, respectivamente, se reunieron en la ciudad de Guadalajara.
Guadalajara fue el escenario ideal para la reunión. Es una ciudad que muestra las consecuencias de la globalización: grandes instalaciones industriales destinadas a la maquila de empresas transnacionales, modernos almacenes, que lo mismo se pueden ver en París o en Nueva York, autos de lujo que van y vienen de su aeropuerto internacional, el Metro, “Starbucks” por todos lados y una población que vive una profunda desigualdad, desesperada por la crisis, y que no acaba de abandonar su aire provinciano.
Por lo regular, cuando los jefes de estado se encuentran, es para tratar asuntos de suma importancia para los países implicados. En este caso, los expertos, los ciudadanos y la prensa, se han preguntado qué temas de interés nacional se trataron: ¿el TLC, los migrantes (incluyendo ahora el tema de la visa requerida por el gobierno de Canadá), el asunto de la retención de los recursos para combatir al crimen organizado o el tema de la crisis económica?
Pues resulta que no. El Presidente Obama dijo que de momento no le interesa el tema del TLC, el Primer Ministro de Canadá declaró que no tocará el tema de la visa, el senado de los EE.UU, seguirá reteniendo los recursos que nos habían prometido ¿entonces para qué diablos acepta el gobierno de México una reunión con una agenda que ni nos va ni nos viene? ¿ Debemos pensar que la reunión tuvo como tema el que nos cuadremos y recibamos órdenes de cómo sobrevivir la crisis, pero en beneficio de las economías de nuestros dizque socios?
¡Así no va! Debemos comenzar a resolver nuestros problemas exigiendo respeto; pues, con estos socios para qué queremos enemigos.
Srs. Obama y Harper:
En estos momentos, México necesita ver en ustedes a verdaderos aliados, nos interesa que se instalen ya, las comisiones correspondientes para tratar el tema de nuestros migrantes, porque de no ser así, podríamos comprometer la estabilidad política de nuestro país; lo mismo en el caso de los recursos para el combate del crimen organizado. En el asunto de la visa, es urgente que el gobierno de Canadá rectifique su política, de lo contrario, veremos sus acciones como encaminadas a reforzar el muro que los estadounidenses quieren poner en su frontera, para aislarnos, en lugar de integrarnos.
Es necesario que como medida anticíclica, pactemos condiciones adicionales al TLC, para que los capitales privados norteamericanos, se inviertan en México, no en los países asiáticos, y fortalezcamos un mercado común que reactive nuestras respectivas economías, y asimismo definamos una política monetaria que beneficie a todos y evite la especulación con nuestras monedas.
En el caso del combate al crimen organizado, el gobierno de los Estados Unidos debe liberar los recursos comprometidos y dejar de jugar al defensor de los Derechos Humanos, con los cuales estamos totalmente de acuerdo; pero entonces habrá que juzgar a los EE.UU. por no cumplirlos en Guantánamo y otras partes del mundo; porque no estamos de acuerdo en que nuestro socio nos mida con una vara distinta a la que usa para sí mismo.
No podemos esperar más, estas decisiones se tienen que tomar ahora y debe fijarse un calendario para discutir los detalles de ajuste al TLC y a la forma en como mejoraremos, en el futuro, la integración equitativa de nuestras economías. No tomar decisiones oportunas en las actuales condiciones, pone en riesgo la seguridad de la región.
Sr. Presidente Calderón:
Poner al país a las órdenes de EE.UU. y Canadá, sin tomar decisiones sobre los asuntos de nuestro interés, es un contra sentido. La actual política de nuestros “socios”, exige una postura firme y que diversifiquemos nuestros compromisos internacionales. Europa y Asia estarían más que dispuestos a iniciar pláticas con el gobierno de México; pero sobre todo Venezuela, Bolivia y Cuba. Y no hablo de armar la revolución latinoamericana, sino de buscar buenos socios comerciales, porque los que tenemos actualmente, se ve que sólo quieren exprimir nuestra economía en su provecho.
Por lo pronto, se rumora que la nueva legislatura llamará a cuentas a la responsable de la Secretaría de Relaciones Exteriores; no estaría mal, porque de plano ¡Ya chole Sr. Presidente!

sábado, 18 de julio de 2009

LA PELIGROSA COMUNIDAD DE LOS LECTORES.

La lectura de un buen libro, además de disfrutarse, llama a la reflexión. Pero hay otros, que no son precisamente fáciles de leer, exigen esfuerzo, concentración, consultar otras fuentes, obligan a dibujar diagramas y fuerzan a redactar resúmenes; además de la reflexión, convocan al diálogo con el autor, que no pocas veces, ya ha fallecido. Otros libros le cambian a uno la vida, no sólo las ideas.

Si los libros pudieran clasificarse por sus efectos, diría que van de aquellos que producen placer a los que transforman a las personas. Pero lo que todos ellos tienen en común, es que te llevan a pensar y así, comienzas a cuestionarte muchas cosas; y si el autor del libro tiene la genialidad suficiente, termina uno por cuestionarlo todo.

Por eso formar lectores es una gran responsabilidad; pero debo aclarar antes que distingo entre un lector y un alfabetizado. El alfabetizado es quien puede, además de escribir y expresarse con cierta claridad y sencillez, comprender casi todo lo que lee, sabe obtener información relevante de lo escrito, es capaz de sintetizar las ideas contenidas en un texto y hasta evaluar críticamente la obra del autor.

El lector es capaz de hacer todo lo anterior y algo más: vivir el texto. Esto es, intuir al autor a través de su obra; escuchar su voz en lo escrito, sentir sus frases, emocionarse con ellas: gritar, saltar, llorar o reír, estar o no de acuerdo, cuestionar, comparar. . . reflexionar. Esa es la diferencia, el lector se cree lo que lee; vive la realidad y el texto, y a veces, sólo el texto.

Por eso es delicado formar lectores; porque se forma a seres humanos que son capaces de vivir dos realidades: la de la vida y la del texto. El lector, a pesar de reconocer la virtualidad de la lectura, no le es menos contundente que la de la vida. Confronta o complementa ambas; pero nunca deja de compararlas.

Esa existencia dual, le da al lector un aire de gente de mundo, llega hablar de los autores que ha leído como si los hubiera conocido en persona, o más aún, como si hubiesen sido amigos íntimos. ¡Que osadía! Pero así sucede. Algunos lectores guardan su secreto y no confiesan las vivencias con sus autores preferidos, las guardan para sí; aunque a veces se les nota en la voz o en los ojos. Otro lector es capaz de reconocer esos secretos y terminan, ambos, asumiendo su mutua complicidad.

Los lectores llegan a conocer una gran diversidad de lugares, con una precisión asombrosa, sin siquiera haberlos visitado; aunque terminan haciéndolo. Dicen que Kant, que no salía de Königsberg, hablaba de lugares exóticos como si hubiera vivido en ellos.

El tiempo no marca un solo sentido para los lectores; pueden viajar al pasado o al futuro, además de vivir el presente, y hablan de esos tiempos a veces con cierta pedantería. Nunca viajan solos, siempre son acompañados por los autores de las diferentes épocas y viven con ellos sus aventuras. Saben que otros pueden estar haciendo lo mismo en el mismo momento. Pueden estar en la Grecia antigua con Aristóteles, mientras otros miles de la comunidad hacen lo mismo, y no pueden verse, sino hasta que regresan del viaje. La paradoja de Einstein se cumple también en este caso, pero al revés: los viajeros en el tiempo al regresar, se ven iguales entre sí; pero quienes se quedaron en el presente los ven más viejos y más sabios.

Los lectores, al contrario de los simplemente alfabetizados, son una comunidad celosa, pero no cerrada. Celosa porque se cuidan de aquellos que viven sólo la realidad de la vida, de los “prácticos” o “pragmáticos”; éstos toman distancia de lo cotidiano sólo cuando se duermen, porque además se sabe que sueñan poco, o casi no recuerdan lo que sueñan, porque alejarse del suelo, les da terror, se sienten inseguros. Aunque despiertos se ven dueños de sí mismos, en realidad no lo son; la misma vida los confunde con su complejidad y entonces optan por resolver los problemas de manera simplista y supuestamente eficaz; pero casi nunca lo logran.

La comunidad de los lectores es abierta porque acepta a cualquier alfabetizado si está dispuesto a vivir con autenticidad la lectura; por eso es más fácil que acepten analfabetas, porque si aprenden en la comunidad, tienden a ser sinceros.

La comunidad de lectores es celosa porque no lee lo que le indica la moda de los libros u otros textos; escoge sus lecturas, ya que el plan de existencia es único y cada lector tiene el suyo, aunque lo comparta, y lo comparte en el diálogo de la vida cotidiana; pero a veces también en la existencia textual: es decir, escribiendo. Jorge Luis Borges dijo, y tenía razón, que todo lector termina por escribir. Esto indica el gradual dominio de la realidad del texto sobre la de la vida.

La comunidad de lectores es abierta, porque construye la comunicación entre ambas realidades, y bordea el peligro cuando exige que una corresponda a la otra. Puede ser que el lector termine planteando que la realidad de la vida deba parecerse a la del texto, y se vuelva reformista o revolucionario; o exija que la realidad de la vida deba reflejarse en la del texto, y se vuelva poeta o literato, que para el caso, es lo mismo que ser revolucionario: éste transforma su existencia real, aquel la virtual.

Como sea, llega a ser peligroso engrosar la comunidad de los lectores, uno nunca sabe que sucederá algún día.

Como mi esposa es profesora de literatura, comprendía su insistencia en formar lectores y un día acepté formar parte de un experimento.

Elaboramos un programa para que viejos lectores convivieran con jóvenes alfabetizados de secundaria. Los reuníamos los sábados por las tardes en uno de los salones de la Biblioteca Central de la Ciudad de Oaxaca. No se trataba de leer, sino de que los lectores les platicaran sus experiencias cuando ellos tenían la misma edad de los alfabetizados.

Al principio los jóvenes escuchaban con cierta reticencia a los expositores; pero observamos que poco a poco se iban animando y el pequeño salón se llenaba de voces dialogantes que vibraban emocionadas, aseverando, preguntando, suponiendo, exigiendo opiniones y sobre todo. . .¡libros!

Después de algunos sábados comenzamos a dudar de lo juicioso de seguir con la experiencia. ¿Qué seguía? Los jóvenes se volvían más y más insistentes, no sólo exigían material y más expositores, querían construir su propia experiencia en la Comunidad y se alejaban peligrosamente del ordenado y pacífico mundo escolar. Decidimos suspender las reuniones, la escuela no está preparada aún para tales experiencias.

Sucedió que los jóvenes publicaron un periódico escolar con la asesoría de su maestra. En él publicaban las noticias de la escuela, sus experiencias como lectores; pero las cosas fueron subiendo de tono: comenzaron a publicar cuentos, pequeños ensayos, editoriales críticos, y terminaron denunciando a algunos directivos por vender la clave de los exámenes.

El periódico fue clausurado y mi esposa estuvo a punto de ser suspendida en el colegio. Por eso digo que la escuela no está aún preparada para estas cosas, y por ahora debe limitarse a alfabetizar a los jóvenes.

Por nuestra parte, comprendimos que un interés noble, puede a veces perjudicar a los muchachos y que la formación de lectores debe asumir, en una sociedad como la nuestra, una lógica conspirativa. Leer , en el sentido que lo explico, es subvertir el orden, o al menos confrontar la vida con otra realidad. Es peligroso.

Cuando los lectores observan los intentos comerciales o políticos de “fomentar” la lectura, guardan silencio; aunque no aceptan que se falsee la integración de los alfabetizados a la Comunidad, participan en ellos, porque de algún modo facilitan los ritos reales de la iniciación.

Se puede alfabetizar en masa, pero en la Comunidad, por más grande y numerosa que sea, la experiencia será profundamente individual. Sólo en el individuo es posible el misterio de la dualidad de la existencia lectora, misma que hace posible una convivencia, más comprensiva, reflexiva, transformadora, sumamente lúdica y placentera, en resumen, una convivencia más humana; pero, advierto, no deja de tener sus riesgos.

samaeldobeela@gmail.com

sábado, 11 de julio de 2009

5 DE JULIO. ELECCIONES Y GOBERNABILIDAD

El 5 de julio de este año, vivimos un fenómeno electoral inusitado que obliga a la reflexión individual y colectiva. Algunos analistas aseveran que es necesario indagar las causas de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) haya logrado una victoria arrolladora; que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se haya prácticamente desfondado, y que el Partido Acción Nacional (PAN) haya terminado por mantenerse en el gobierno al costo de perder al electorado.
Aunque me parece que el momento exige una reflexión más política que académica, en el sentido de requerir más acción en las nuevas condiciones que investigación científica, no niego, en ningún momento, la necesidad de ésta última. Me refiero desde luego a un verdadero trabajo académico, serio y pausado; no a las opiniones apresuradas de respetables científicos sociales, que pretenden actuar como aprendices de políticos.
Un estudio serio, requeriría investigar la estrategia de campaña de los diferentes partidos políticos, la situación interna de esas instituciones, las motivaciones de la conducta de los electores, y los factores de contexto que influyeron en ella, de manera particular la forma en como los partidos han gobernado esos territorios; y finalmente, el propio subsistema electoral, con sus leyes y organización, en tanto que posible factor explicativo, en el contexto más amplio del modelo presidencialista mexicano.
POSIBLES HIPÓTESIS.
Se han planteado algunas “intuiciones” interesantes:
Algunos especialistas piensan, que el sistema presidencialista mexicano conlleva estructuralmente, el mal del “gobierno dividido”; es decir, un poder legislativo contrapuesto al ejecutivo que compromete la gobernabilidad del país.
Otros identifican causas inmediatas, como la estrategia de las campañas, empezando por la forma en cómo fueron seleccionados los candidatos, y en esto señalan que el PAN cometió el grave error de imponer candidatos desde el centro, y mantener su lucha interna contra las corrientes opuestas al presidente Calderón.
El PRD sería el caso típico que explica su derrota a causa de sus problemas internos. He leído planteamientos de investigadores muy serios y críticos, que sostienen que el PRD podría subsanar sus problemas si asumiera una política más liberal y menos dogmática. Sin duda eso ayudaría, pero el problema del PRD, es que no es un partido político, sino un frente electoral, que agrupa diversas corrientes. La construcción de un frente electoral, con la forma de un partido político, es la causa de la permanente crisis del PRD; pero también de sus repuntes electorales, cuando las condiciones políticas del país favorecen las dinámicas “frentistas”.
Algunos otros le dan un peso especial al contexto en el que se dieron las elecciones, mismo que provocó que los electores votaran favoreciendo al PRI, y de algún modo castigaran al PAN y al PRD.
Ese contexto estaría marcado por las expectativas creadas por el presidente Calderón y que no fueron cumplidas. Una guerra contra el narcotráfico a la que no se le ve ni fin ni resultados; la crisis económica mundial que fue minimizada y que nos ha golpeado duramente; la crisis sanitaria, que provocó el virus de la influenza humana; y en general un estilo de gobernar, cuyos vicios, asemejan mucho al nuevo PAN, con el viejo PRI.
Algunos analistas afirman que es el propio sistema electoral el que desencanta a los electores y dificulta la operación de nuevos partidos. Nuestro sistema electoral garantiza el monopolio de los partidos, en lo que respecta a la postulación de candidatos; no premia la eficiencia de los elegidos, sino su capacidad de establecer complicidades. La organización territorial de los distritos electorales, está pensada para dificultarle a los partidos pequeños la vigilancia de las casillas. El sistema facilita que los partidos ganadores se vuelvan cada vez más fuertes, y no permite el retorno a una posición equitativa de partida, con cada nueva elección (reset condition), que en parte sería posible con la reelección, en este caso , de los diputados.
Con independencia de éstas y otras opiniones, los partidos políticos se prestan ya al análisis de la experiencia, y se preparan para corregir sus errores; después de todo, el dueño de la casa sabe bien por dónde le gotea el techo, aunque no esté lloviendo.
El presidente Calderón ya tomó la iniciativa: reconoce la nueva composición del congreso en su cámara de diputados, y llamó al diálogo para construir acuerdos. Desde luego, falta ver cuál será la posición del PRI y que pasará con el PRD y los partidos con menos fuerza.
La mayoría de los analistas coincide en afirmar en que de facto, hay un cogobierno, situación inédita en la historia post-revolucionaria de México. No obstante, no parece haber ni la voluntad, ni las normas que permitan establecerlo de jure.
Los estudiosos afirman que si el PRI y el PAN, no llegan a acuerdos que fortalezcan la gobernabilidad del país, el PRI llegará a la presidencia en el 2012, en un México próximo al motín, o al menos, cercano a la anomia.
Llegado al tema de la gobernabilidad, quisiera abordar la cuestión, no desde la perspectiva de analizar el voto, sino considerar las implicaciones del no-voto.

EL CASO OAXACA.
Oaxaca es el caso privilegiado en el que se puede observar, cómo el PRI, mantiene una mayoría electoral, a pesar de la dura situación que el poder Ejecutivo del Estado vivió en el 2006. Mucha gente pensó que el gobierno de Ulises Ruiz estaba destinado a sucumbir. No fue así. Ulises Ruiz terminará su periodo, y muy probablemente el PRI volverá a ganar en Oaxaca los procesos para elegir gobernador y diputados locales. ¿Por qué?
En primer lugar hay que distinguir entre el proceso electoral y el subsistema de gobierno, aun y cuando estén estrechamente vinculados. En la lógica del proceso electoral en Oaxaca, al PRI le basta con mantener la lealtad a sus siglas, debido a que la oposición, fracturada, pelea por los votos restantes, a partir de sus débiles estructuras clientelares y confrontados en una guerra interna. Cuando el PRI, además de sus votos cautivos, logra atraer votos de la oposición, el triunfo es aplastante.
¿Por qué entonces, si el PRI mantiene mayoría en el proceso electoral, tiene en Oaxaca serios problemas de gobernabilidad? Porque hay un sector de la ciudadanía, que no dirime sus reclamos mediante el proceso electoral, sino fuera de él. La construcción de la legitimidad del gobierno, no pasa, para este sector, por el subsistema electoral.
¿Qué tan grave es el problema en Oaxaca?
CUADRO 1.
RESULTADO DE LAS ELECCIONES FEDERALES.OAXACA.
5 de JULIO 2009

PARTIDO VOTOS % %
T/VOTANTES PADRÓN
PRI 453,344 43.8% 18.1%
PAN 169,447 16.4% 6.8%
PRD 164,585 15.9% 6.6%
PVEM 56,000 5.4% 2.2%
PT 51,016 4.9% 2.0%
PCD 47,161 4.6% 1.9%
PSD 22,109 2.1% 0.9%
PNA 15,755 1.5% 0.6%
No Regs. 9,478 0.9% 0.4%
Nulos 46,766 4.5% 1.9%
TOTAL 1,035,661 100.0% 41.4%
PADRON 2,501,639 100.0%
ABSTENCIÓN 1,465,978 58.6%

Si observamos el cuadro 1, veremos que a estas elecciones, sólo asistieron a votar el 41.4% del padrón electoral, porcentaje que disminuye, si le restamos a los que fueron pero que anularon su voto. ¿Hay alguna diferencia entre quienes votaron nulo y quienes no votaron? Para efectos de comprender el fenómeno de la gobernabilidad y su relación con lo electoral, la respuesta es, no.
Una conclusión superficial derivada del cuadro 1, es que el PRI representará a Oaxaca en el congreso con la simpatía, y tal vez con el apoyo del 43.8% de quienes fueron a votar, que en realidad representa sólo el 18.1% de la ciudadanía.
Si partiéramos del supuesto de que ganar las elecciones significa legitimar a los funcionarios del gobierno que se construye, al PRI, en Oaxaca, le sería suficiente que siempre votara, al menos, ese 41.4%; pero no es así.


CUADRO 2.
RECHAZO AL SUBSISTEMA ELECTORAL
No Reg. 9,478
Nulos 46,766
Abstención 1,465,978
Total 1,522,222 60.8%

Si observamos el cuadro 2, y asumimos que a quienes no fueron a votar no les interesan los resultados de la votación, o que están molestos con el subsistema electoral, llegaremos a una sola conclusión: como quiera que sea, son ciudadanos que no dirimen sus reclamos a la democracia, por la vía electoral. Si a eso le sumamos los que votaron por candidatos no registrados o votaron nulo, el número de quienes rechazan al subsistema electoral se incrementa hasta llegar al 60.8% del total de ciudadanos registrados en el padrón electoral.
LA HIPÓTESIS DEL COGOBIERNO.
La división de los dos cuadros que hago, no significa solamente una dicotomía entre quienes votaron y quienes no votaron, o votaron nulo; representa la estadística de ciudadanos que por una parte, dirimen sus reclamos a la democracia, por la vía electoral, y por la otra quienes utilizan otra vía para hacerlo, y por tanto, no les interesa asistir a votar.
Diría que analizar los resultados electorales observando simplemente los votos y no votos, se queda en el nivel político de la reflexión; ya que independientemente de el número de votantes, la conclusión es que el gobierno construido en esas condiciones es legal, si obtiene la mayoría relativa.
Un enfoque sociológico iría más allá. Vería al subsistema electoral como una parte de todo aquello que construye la gobernabilidad de un país o un territorio. En México, y particularmente en Oaxaca, es urgente avanzar en la construcción de la gobernabilidad, tarea que requiere, buscar, en el caso de Oaxaca, que ese 60.8% se sume a las acciones de gobierno, y ello requiere de construir los espacios políticos, por lo pronto no-electorales, para resolver sus reclamos; de lo contrario, surgirán los conflictos y se comprometerá la gobernabilidad.
Con este enfoque adquiere otra dimensión el resultado de las pasadas elecciones y se entiende la importancia de valorar la hipótesis del cogobierno, como un medio para pasar, no sólo de un presidencialismo a un modelo más parlamentario, sino para poner en el centro el bien público, en un balance diferente con el interés partidista.
¿Cuáles son las tareas que se derivan de semejante hipótesis? Eso, será tema de mi siguiente entrega.

domingo, 5 de julio de 2009

REVOLUCIÓN Y EDUCACIÓN PÚBLICA: JOSÉ VASCONCELOS Y VÍCTOR BRAVO AHUJA.

La esencia de la educación mexicana.

José Vasconcelos es sin duda el símbolo de la educación en México. A su obra se agregan las acciones que, ya como efectos de la Revolución de 1910, transformarán al país entero.

Especialísimo lugar ocupa en la obra de Vasconcelos la fundación en 1921 de la Secretaría de Educación Pública, de la que él mismo fue su primer titular. Ya antes había ocupado la Rectoría de la Universidad Nacional y, desde entonces, destacó el particular estilo de su política educativa.

Vasconcelos no se limitó a concebir la educación como el factor necesario para que los hombres puedan ejercer su libertad en el marco de igualdad que da la ley. Esa era la esencia del proyecto liberal, que después terminó contaminado por las ideas positivistas del Porfiriato, que reducían la libertar a la búsqueda del progreso; y a la ley, al respeto del orden establecido.

Vasconcelos, inspirado por pensadores como Schopenhauer y Nietzsche, ve en el goce y creación estéticos, la posibilidad de toda cultura; y a la cultura, como la condición humana por excelencia; razón por lo cual, nada le es dado al hombre sin la cultura. Al contrario del positivismo, e incluso del proyecto liberal, Vasconcelos no pone el énfasis de su axiología en la libertad, sino en la igualdad ( que no equidad). Su teoría de la raza cósmica es, a su manera, la antropología filosófica, que sostiene lo inevitable de una homogeneización de la raza humana, que nos hará inevitablemente iguales.

Las acciones educativas de Vasconcelos, guiadas por ese ideario, comienzan por fortalecer lo que él consideraba la fuente de la cultura: la universidad; es ella la objetivación del espíritu (Hegel) y no el Estado, por medio del cual hablará la raza acrisolada de México e Indoamérica. El medio para extender esa influencia benefactora, fue la naciente Secretaría de Educación Pública. Por eso, desde ella se irradiarán las acciones educativas cuyo contenido central es la cultura y de ésta, la esencia es el arte.

La política educativa de José Vasconcelos se articula por medio de la acción cultural. El primer secretario de educación pública en México, tuvo como sus principales operadores, a intelectuales, artistas y destacados universitarios latinoamericanos, que llevaron a las escuelas, a los barrios, al campo y las fábricas, la acción benéfica de la “desanalfabetización”, los primeros desayunos escolares, los maestros ambulantes, las Misiones Culturales, la lectura de los clásicos, la educación física entendida, al estilo griego, como parte de la cultura, la pintura mural y en general el arte.

Si tuviera que emitir un juicio acerca de la gestión vasconcelista, este sería: dotó al proyecto educativo de la revolución mexicana de su contenido fundamental, mismo que, con el transcurso del tiempo, se irá detallando y modificando en sus prioridades; pero en realidad, con pocas innovaciones.

Muchos dirán que algunos aspectos no los consideró Vasconcelos, como la educación técnica; pero están equivocados. Si bien el Maestro de América, no profundizó en ella, fue el creador en 1920, un año antes de que se fundara la Secretaría de Educación Pública, de la Dirección General de Enseñanza Técnica. Ya fundada la SEP, aquella se convirtió en la Dirección General de Enseñanza Técnica, Industrial y Comercial, su primer director fue Luis V. Massieu. Esta última línea en particular, será continuada por los gobiernos postrevolucionarios y quiero destacar en esto, el nombre de otro oaxaqueño: Víctor Bravo Ahuja.

Diré, antes de cerrar esta brevísima caracterización de José Vasconcelos como educador, que el propósito socio-político de su proyecto, se enmarca en el más general de perfilar la construcción de la identidad del México surgido de la Revolución, aquel que supera su pasado colonial, tomando lo mejor de él, aquel que rompe con el porfirismo, para continuar con un liberalismo con mayor compromiso social.

La educación posvasconceliana.

La política iniciada por Vasconcelos, encontrará cierta continuidad en la obra educativa que va de 1925 a 1968. La materia de esta obra será un México, que poco a poco va dejando la revuelta y se orienta hacia su recuperación. Un México cuya población crece aceleradamente, y que asimismo deja de ser mayoritariamente rural, para transformarse en preponderantemente urbana. Un México que con mucho esfuerzo se va insertando con cuidado, y hasta con recelo, en el escenario internacional.

El mundo había vivido la primera Guerra Mundial, las grandes transformaciones en el arte y la política de principios del siglo veinte, de las que los movimientos vanguardistas en el arte y la Revolución Rusa, son sólo ejemplos, influirán en el pensamiento educativo de los mexicanos.

Los años de 1925 a 1934, verán pasar a diferentes secretarios de educación que a su vez, irán perfilando el primer hito en la educación nacional : José Manuel Puig Casauranc (1924-1928), Moisés Sáenz (1928), Ezequiel Padilla (1928-1930), Aaron Sáenz y Carlos Trejo Lerdo de Tejada (1930), José Manuel Puig Casauranc (1930-1931), Narciso Bassols (1930-1934) y Eduardo Vasconcelos (1934). Todos ellos educadores de altísima calidad.

El primer salto en la política educativa nacional, después de la gran cruzada vasconcelista, lo será la educación socialista que impulsó el general Lázaro Cárdenas, y que operaron desde la SEP, los señores licenciados: Ignacio García Téllez (1934-1935) y Gonzalo Vásquez Vela (1935-1940).

Sin dejar de lado, ni subestimar la importancia del proyecto de educación rural, las escuelas artículo 123, el programa de educación obrera, etc., conviene destacar para los fines de este artículo, el impulso a la educación científica y tecnológica.

La inspiración marxista de la educación politécnica, no basta para entender la política educativa cardenista. Hay que ir más allá, para entrever como motivo, la necesidad de movilizar a las masas bajo la dirección de un liderazgo fuerte, y con finalidades claras e indiscutiblemente populares, todo ello de cara a la reacción de la oposición callista, y eventual reactivación del clero.

Una expresión de esta necesidad, fue la fundación del Instituto Politécnico Nacional (1935-36); integrado a partir del Departamento de Enseñanza Superior Técnica, Industrial y Comercial, y cuyo núcleo inicial lo formaron: el Instituto Técnico Industrial, la Escuela Nacional de Constructores y la Escuela de Ingenieros Mecánicos y Electricistas. Al frente del Politécnico, como su primer coordinador, quedó, el Ingeniero Juan de Dios Bátiz. La enseñanza técnica fue tomando un papel importante en la agenda de la política educativa revolucionaria.

Al mundo lo sorprendió el desastre de la Segunda Guerra Mundial, y de la ruina y muerte que dejó, surgió un crecimiento de la economía nunca antes visto, que resultó benéfico para México.

Los regímenes postcardenistas de Manuel Ávila Camacho(1941-1946) y Miguel Alemán (1947-1952), darán un viraje a la política educativa nacional, y orientarán sus esfuerzos a construir la unidad nacional, tan necesaria para afrontar los retos del crecimiento económico capitalista del país, que ahora se pretendía industrializar.

El rápido crecimiento demográfico de México, representó un problema importante para la educación nacional; el otro fue su propio resultado: una clase media creciente y más ilustrada, que terminó por no conformarse con lo que un régimen autoritario, era capaz de ofrecerle.

Los sexenios de Aldolfo Ruiz Cortines (1953-1958) y Adolfo López Mateos (1959-1964), fueron de particular importancia, pues los servicios educativos no podían continuar sin plantearse programas de más largo alcance.

En estos sexenios se dio un fuerte impulso a los nuevos métodos pedagógicos, los libros de texto gratuito y a los planes de largo aliento, como el plan de once años. Si bien la política educativa trató de ponerse a la altura del impresionante crecimiento económico del país, el llamado Milagro Mexicano no podía durar por mucho tiempo.

El régimen de Gustavo Días Ordaz (1964-1970) sufrió las consecuencias de una política económica pujante pero propiciadora de profundas desigualdades, aunada a un gobierno despótico y unipersonal, cuyos abandonos darían lugar a graves conflictos, particularmente dos de ellos: el del campo y el de la clase media, ahora desesperada.

El conflicto estudiantil de 1968, dividió a la clase política y planteó la urgencia de cambios. En estas condiciones llegó a la presidencia de la república, Luis Echeverría Álvarez (1971-1976), quien invitaría para hacerse cargo de la SEP, a un destacado hombre, producto de las transformaciones cardenistas, y totalmente formado en la educación politécnica: Víctor Bravo Ahuja.

El legado de Víctor Bravo Ahuja.

No se trata aquí de hacer una evaluación de la gestión de Bravo Ahuja al frente de la Secretaría de Educación Pública; sino de destacar algunas de sus más importantes aportaciones a la educación, tomando como referente el paradigma vasconcelista.

Sin pretender simplificar su gestión, se podría afirmar que, si Vasconcelos le dio a la política educativa mexicana su contenido fundamental, Víctor Bravo Ahuja, le dio al sistema educativo mexicano integralidad. Lo que hoy son los servicios públicos de educación, adoptaron su perfil moderno durante el período de Bravo Ahuja. El símil de contenido y forma podría ser ilustrativo, pero no justo. Bravo Ahuja, dio mucho más que forma, le dio sentido social y calidad a la educación mexicana.

Don Víctor Bravo Ahuja, fue el secretario de educación pública con más alto nivel académico hasta ese momento. Formado como ingeniero aeronáutico en el IPN, asistió después a cursos especiales en la Escuela Militar de aeronaútica, la Facultad de Ciencias de la UNAM, el Instituto Tecnológico de California y la Universidad de Michigan. Fue fundador, y primer director del Instituto de Investigaciones Industriales de Monterrey y rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (1945-1958).

En 1968, el ingeniero Bravo Ahuja fue electo gobernador constitucional del Estado de Oaxaca y su obra no tuvo precedentes: Se construyeron en dos años 1373 aulas para los diferentes niveles educativos. Se dotó al estado de dos escuelas tecnológicas pesqueras, 57 escuelas tecnológicas agropecuarias, cuatro centros tecnológicos agropecuarios, un instituto tecnológico regional agropecuario y dos institutos tecnológicos regionales. Se creó el Instituto de Investigación e Integración Social, se crearon las Academias de la Lengua Zapoteca y Mixteca, así como de la Cultura Oaxaqueña, y se estableció el Museo de Arte Precolombino Rufino Tamayo, entre otras obras.

En 1970 el ingeniero Víctor Bravo Ahuja asumió el cargo de Secretario de Educación Pública, y se avoca, desde el primer momento, a instrumentar la política del Presidente de la República, la palabra clave era: Reforma.

El presidente Echeverría sentía, como quizás ningún otro político de su tiempo, la urgencia de una reforma de la vida nacional, y particularmente en el ámbito educativo. Su responsabilidad en la masacre de estudiantes el 2 de octubre en Tlatelolco, lo obligaba a mostrar una actitud de apertura y disposición al cambio.

Las reformas en educación primaria y secundaria, implicaron una movilización de recursos pedagógicos y sociales sin precedente; los cambios en la metodología de la enseñanza fueron en su momento innovadores. Los nuevos libros de texto sustituyeron a los nostálgicos libros de la época de Torres Bodet y dieron paso a la modernidad.

Junto a la reforma en educación básica, se impulsó la creación de los Albergues Escolares, los Centros de Integración Social, los Promotores Culturales, las Brigadas de Desarrollo Rural y el establecimiento de la Dirección General de Mejoramiento Profesional del Magisterio, que debía atender a los maestros en servicio, la reforma tenía que llegar a ellos.

Con todo, las acciones que destacaron fueron las de la educación tecnológica:

En 1969 había 289 instituciones tecnológicas, para 1976 el número ascendió a 1301, además 1012 establecimientos para atender las áreas agropecuarias, comercial, industrial y pesquera. Esto llevó a la necesidad de constituir todo un Sistema Nacional de Educación Técnica. Para atender a los hijos de los campesinos, se llegaron a crear 693 escuelas tecnológicas agropecuarias, muchas más de las 70 que había en 1970.

En el ámbito administrativo y normativo, la gestión de Bravo Ahuja, también promovió cambios importantes: el calendario escolar pasó de 135 días a 195; se promulgó la Ley Federal de Educación (1973), antecedente directo de la actual Ley General de Educación. También se promulgó la Ley Nacional de Educación para Adultos (1975) y se creó el CONAFE, que tanto apoyo dio a las escuelas ubicadas en lugares marginados.

En el nivel de educación media superior, destacó la creación de dos instituciones señeras: El Colegio de Bachilleres y El Colegio de Ciencias y Humanidades. La reforma llegó hasta la Escuela Preparatoria Nacional, que al modificar su plan de estudios, pasó a cursarse en tres años en lugar de dos.

Sin abundar en el ámbito de la cultura, donde también hubo avances importantes, cerramos esta breve reflexión, señalando, que las nuevas líneas de acción educativa que estableció Don Víctor Bravo Ahuja, parecen cerrar un ciclo en la definición de las posibilidades de acción educativa en México.


La situación actual.

De cara a la agenda que definieron principalmente José Vasconcelos y Bravo Ahuja, como expresión de las tareas y compromisos de la Revolución con la sociedad, los años posteriores, muestran un agotamiento de las posibilidades de acción, que tienen repuntes importantes durante el régimen de José López Portillo y Carlos Salinas de Gortari. El resto no presenta relieves importantes.

El derrotero de la educación en México, se atiene ahora a la calidad y equidad, como temas centrales, pero pierde mucho en su capacidad de movilizar a la sociedad con fines de transformación mediante la educación.

A partir del año 2000, el Partido Acción Nacional asumió la presidencia de la república. Se esperaban grandes cambios; pero nada ocurre aún. Hasta ahora, la agenda educativa es monótona y burocrática, ha perdido la capacidad política de encender al espíritu popular.

A todo esto se suma una crisis que limita los recursos para mantener y construir escuelas, equiparlas y mejorar el ámbito del quehacer pedagógico, donde los maestros juegan un papel importante.

El contraste es claro y se puede pensar que Vasconcelos y Bravo Ahuja, agotaron las propuestas surgidas del pacto entre gobierno y sociedad en 1910-1917. Un nuevo pacto quizás sea necesario; tal vez se encuentre en una profunda Reforma del Estado mexicano, para que este nuevo vínculo entre gobierno y sociedad, permita reimpulsar una agenda educativa vibrante, innovadora, eficaz, profundamente humanista y democrática; pero sobre todo, que pueda echar raíces en el pueblo de México.

sábado, 20 de junio de 2009

¿LA EFICIENCIA DEL MAESTRO?: LOS ESTUDIOS DE LA OCDE.

No hay sueño más hermoso para algunos científicos sociales, que hacer de su disciplina algo similar a la física; una ciencia, en la que unas cuantas ecuaciones matemáticas, puedan describir y predecir el comportamiento de sus fenómenos.
Este sueño, tiene ya una larga historia, podría incluso pensarse que se adjunta al nacimiento de las ciencias sociales. Desde luego, tuvo sus críticas y no fueron pocos los que reprobando cualquier intento de “formalizar” a sus disciplinas, rechazaron tajantemente la intromisión de las matemáticas.
En el campo de la educación sucedió algo similar a finales de la década de los años sesenta. La revolución que trajo la teoría general de los sistemas del alemán Ludwig von Bertalanffy, inspiró a economistas, pero sobre todo a los planificadores del desarrollo y los llevó a pensar que el momento de trasformar a sus disciplinas en verdaderas ciencias había llegado e inundaron de modelos matemáticos los manuales escolares, los estudios de diagnóstico y los análisis de los “sistemas” educativos.
Recuerdo en especial, aquellas maravillosas ecuaciones matriciales que nos permitían “pronosticar” la población escolar de un país, o una región, y simular diversos escenarios de su comportamiento. Más aún, comenzamos a realizar estudios de “eficiencia”, aplicando la función-producción de la educación, que era un modelo matemático para estimar la cantidad óptima de: tiempo de clase, material didáctico, libros, etc., requeridos para elevar la eficiencia del maestro, y por tanto de los alumnos.
La cosa fue aún más lejos. Los modelos matemáticos se comenzaron a aplicar en el diseño de planes y programas de estudio, planeación didáctica y evaluación. Complejos recursos matemáticos venidos de diversas ramas de esa ciencia como: la teoría de gráfos, análisis de redes, análisis de campo, algebra matricial, subconjuntos borrosos, y no se diga la estadística, los modelos econométricos, y la teoría de la medición en evaluación.
Desde luego, esta fiebre por “matematizar” el campo educativo, tuvo también su respuesta. Pedagogos y educadores influenciados por los planteamientos de la filosofía y la sociología crítica alemana sometieron a revisión aquellos usos y abusos de las matemáticas y propusieron un enfoque menos “positivista” de la investigación social y de las ciencias de la educación.
Esta crítica, aún tiene ecos. Nada menos que Anatole Kaletsky, publicó en la revista Este País, del mes de junio de este año, un artículo intitulado: “Adios, homo economicus”. En él hace una interesante crítica a sus colegas los economistas, por el abuso de las matemáticas, y más aún; señala que debido a estos irresponsables académicos, se debe en mucho la crisis que estamos viviendo, ya que les hicieron creer a los gobierno neoliberales, que es posible manejar la economía como si todo fuera totalmente racional y predecible, cosa que desde luego, aquellos estaban deseosos de escuchar. En pocas palabras, les sobaron el ego y les proporcionaron las herramientas para hacer de la economía mundial una piltrafa.
Ya hace más de diez años, Alan Sokal y Jean Bricmont se rieron de los desaforados intentos de algunos académicos de las ciencias sociales, por querer aparentar mayor “cientificidad” al emplear un lenguaje pretendidamente matemático en sus elucubraciones. No pocos cayeron en esa tentación, la gama va de Jacques Lacan a Gilles Deleuze.
No crea el lector que rechazo el empleo de las matemáticas o en general el uso de las técnicas y métodos cuantitativos, en las ciencias sociales; por el contrario, creo que su uso riguroso permite, en ocasiones, un mejor acercamiento a la realidad. Cito los ejemplos del método de Micro –Planeación Educativa, aplicado en México con éxito por el Dr. Juan Prawda, los métodos cuasi-experimentales empleados en la observación de docentes en clase, para medir la interacción con sus alumnos; o el uso de recursos informáticos en la investigación histórica. Esto indica que las técnicas cuantitativas pueden aplicarse a las ciencias sociales, incluso a las disciplinas humanistas, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos.
Por cierto, hace unos días, se presentaron con bombo y platillo, los resultados de un estudio internacional realizado por expertos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), denominado TALIS, por sus siglas en inglés ( Teaching And Learning International Survey).
El proyecto TALIS, se enmarca en los esfuerzos de la OCDE para construir un conjunto de indicadores del sistema educativo, cuya medición permita estudios comparativos entre los países miembros, que a la larga, permitan a su vez, definir políticas para mejorar dichos sistemas y sus resultados.
En este caso, TALIS, tiene como propósito realizar estudios para proveer, de manera económica y oportuna, indicadores internacionales y análisis relevantes, acerca de los maestros y su enseñanza, para apoyar a los países miembros, a desarrollar políticas orientadas a crear condiciones adecuadas para una escuela efectiva.
El pasado16 de junio, en una ceremonia especial, la OCDE presentó los resultados de TALIS para nuestro país. En el evento estuvieron: el Secretario Alonso Lujambio, Ángel Gurría (Secretario General de la OCDE) y Andreas Schleicher, entre otros.
El estudio piloto del TALIS, se realizó entre Septiembre y Octubre de 2006, en el 2007 se realizaron las pruebas de campo y la aplicación de la encuesta a los diversos países. Durante el 2008 se realizó el análisis de los resultados y, mismos que se presentaron hace unos días.
El TALIS utiliza una muestra de 200 escuelas secundarias, de la que se seleccionan aleatoriamente 20 maestros, es decir utiliza una muestra de 4000 sujetos en promedio por país, a quienes se les aplica un cuestionario sobre diversos temas, referidos a la enseñanza y al ambiente escolar de la misma.
En un apretado resumen, los resultados para nuestro país son los siguientes:

1. Los maestros mexicanos afirman que pierden cerca del 13% del tiempo de clase (6.7 minutos), en poner orden en su salón. Ocupan 8.5 minutos (17%) en actividades administrativas, es decir, en total, pierden 15.12 minutos antes de iniciar la clase que dura 50.
2. “Auto-eficacia”. El estudio identifica con este término, la opinión que sobre sí mismo tiene el maestro acerca su capacidad de procurar una buena educación. En este aspecto, los maestros mexicanos son los que obtuvieron mayor puntaje internacional. Sin embargo, fueron los que reportaron mayor insatisfacción con sus condiciones de trabajo.
3. La mayor “auto-eficacia” se asocia con una mayor oportunidad de desarrollo profesional; sin embargo, se encontró que los maestros y directores que no han recibido ningún tipo de apreciación sobre su trabajo, son los que más “auto-eficacia” mostraron.
4. Los directores de escuela, mexicanos, son los que más se quejan de que los problemas de aprendizaje se deben a la falta de preparación de los maestros y a la falta de personal de apoyo y asistencia.
5. Un aspecto importante: los maestros con mayor calificación académica son los que más participan en actividades de desarrollo profesional, lo mismo sucede con los que habitan en ciudades o poblaciones grandes. Esto significa que puede haber una política poco equitativa, para apoyar el desarrollo profesional de los maestros en peores condiciones académicas y socioeconómicas.
6. Los profesores de las secundarias mexicanas, plantearon como problemas importantes, poder desarrollar habilidades profesionales para tratar con alumnos con necesidades especiales de aprendizaje, y con estudiantes de origen cultural heterogéneo.
7. Los maestros mexicanos quieren más capacitación, a pesar de que, afirman, ponen dinero de su bolsa para hacerlo.
8. Los maestros mexicanos, al igual que los de otros países, creen que son un apoyo activo en el aprendizaje de sus alumnos; sin embargo, sus prácticas no se apegan a este principio didáctico.
9. Los maestros mexicanos sienten que son reconocidos en sus escuelas por su trabajo.
10. En general los maestros mexicanos presentan una buena actitud frente a las evaluaciones de su trabajo.
11. Los directores de escuela, tienden más hacia el liderazgo administrativo, que al académico. El desempeño de los maestros mejora cuando el director se inclina por un liderazgo más académico.
12. El personal de educación en México, está envejeciendo, aunque dentro de los parámetros internacionales.
13. México es el país donde las escuelas tienen menos autonomía.

A pesar del anuncio espectacular de los resultados del TALIS, creo que el estudio no aporta grandes novedades para México; deja en cambio, la impresión de que regresamos a los tiempos en que, el uso de las matemáticas, o la estadística, daban una excelente pinta de carácter científico a las investigaciones.
Nos hace bien vincularnos con la comunidad internacional; pero deberíamos mostrar los resultados de nuestras propias investigaciones, que considero, aportan más al conocimiento de la realidad en materia de enseñanza y el aprendizaje en nuestro país.
Por su parte, la OCDE, debería apoyar el desarrollo de equipos de investigación en México, para que, con fondos internacionales, realizaran investigación en nuestro país, que permitiera enriquecer con otros enfoques, los estudios internacionales. La observación del sistema educativo nacional, no puede hacerse como si se tratara de los índices de la bolsa de valores, que después de todo, ya vimos que pasó con ella, y qué suerte corren hoy sus economistas; pero sobre todo, nosotros.

Notas para el lector curioso:
Si deseara ampliar información al respecto, podría encontrar algo en los siguientes textos:
Ludwig von Bertalanffy. Teoría General de los Sistemas.FCE.1992.
CONACYT. Investigaciones en educación. CONACYT. 1978.
Alan Sokal/Jean Bricmont. Imposturas intelectuales. Paidós.1999.
Para el caso específico de TALIS, se puede consultar:
http://www.oecd.org/document/30/0,3343,en_2649_34487_43055902_1_1_1_1,00.html

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