sábado, 26 de febrero de 2011

LOS CAMBIOS EN EL MUNDO Y EL PRINCIPIO DE EQUIVALENCIA

A mediados de los años sesenta del siglo pasado, en Francia surgió una propuesta sociológica que en los 70 nos sedujo a muchos jóvenes universitarios: el Análisis Institucional. Esta escuela centraba su atención en el estudio de las instituciones (hospitales, escuelas, cárceles, iglesias, etc.), y entendía a éstas no como simples aparatos reproductores de las “relaciones capitalistas”, sino como entidades dinámicas, cuya dialéctica, si bien cruzada por las relaciones de producción del capitalismo, presentaban ciertas particularidades que las hacía terreno de lucha y no dominio pleno de la burguesía.
Los autores más destacados de esa escuela: G. Lapassade, R. Lourau, M. Lobrot, proponían que la dialéctica de las instituciones comprendía tres momentos: lo Instituido, lo Instituyente y lo Institucionalizado. Lo Instituido es el status quo, la institución y sus reglas, recursos, funciones, propósitos y el conglomerado humano que en ella se relaciona y actúa. Lo Instituyente se conforma por aquellas fuerzas que pretenden producir cambios y modificar lo Instituido; si estos cambios tienen lugar, surge lo Institucionalizado, que apenas reestablece el equilibrio (Instituido), comienza a sufrir la embates de nuevas fuerzas Instituyentes. De este modo, las instituciones en una sociedad, son incluso más dinámicas que su contexto y gracias a esto, son un laboratorio ideal para observar en vivo y en directo, cómo funcionan las relaciones capitalistas, incluso en aspectos tan profundos como el inconciente de las personas.
Tras muchas experiencias de intervención socio-analítica en diversas instituciones, los teóricos del Análisis Institucional, descubrieron, en la dialéctica de las instituciones bajo estudio, un fenómeno perturbador.
Observaron que en el marco del movimiento de la institución, ésta se segmentaba en grupos que, o respaldaban lo instituido o representaban lo instituyente (cambio). En una de sus intervenciones, encontraron que un grupo instituyente, logró provocar cambios importantes en una institución, mediante diversos recursos, incluyendo una huelga que tuvo momentos violentos. Habiendo instituido modificaciones importantes, el grupo “revolucionario” comenzó a comportarse como lo hacía el grupo que anteriormente controlaba a la institución, a tal grado que la diferencia entre uno y otro prácticamente desapareció. Llamaron a este fenómeno Principio de Equivalencia y lo explicaron como una tendencia de las instituciones a nulificar las fuerzas que pretenden cambiarlas ( hacerlas equivalentes a lo establecido).
Los jóvenes que en aquellos momentos (1970-1980) nos sentíamos comprometidos con el cambio social y la lucha por el socialismo, nos preocupamos por el descubrimiento de Lapassade y Lourau. Cuestionamos la universalidad del Principio de Equivalencia porque planteaba el problema de la imposibilidad de transformar a las instituciones. Ya Gramsci había dado la esperanza de que la lucha por el socialismo no estaba sometida irremediablemente por los “Aparatos Ideológicos” del Estado (L. Althusser) y que estos tenía fisuras que permitían incluso ponerlos al servicio de la causa de la revolución bajo determinadas condiciones.
Bajo la presión de los resultados del socio-análisis, cuyos estudios mostraban que después de un cambio operaba el Principio de Equivalencia, decidimos suponer que se debía a las condiciones sociales externas, propias de países de capitalismo avanzado. Lo que salvaría a Latinoamérica de tan pernicioso principio.
Sin embargo, vimos con horror cómo operaba el Principio de Equivalencia en el mercado capitalista, convirtiendo la foto del Che Guevara en una mercancía de consumo mundial e inocuo. Pudimos constatar la forma en como los dirigentes de la Unión de Repúblicas Socialistas y Soviéticas (URSS) se habían convertido en una camarilla de dictadores. Pudimos observar la manera en como la Revolución Cubana se convirtió en su contrario, vimos la degeneración de la revolución sandinista, en fin, nos dimos cuenta de que parecía imposible negar la universalidad del Principio de Equivalencia.
Con el Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO), observamos la insoslayable vigencia de ese principio perverso: el MDTEO, terminó siendo el más formidable enemigo de la educación y la democracia.
Sin importar el tipo de gobierno, su legalidad y fortaleza democrática, la Sección XXII vela sus armas para romper lanzas contra el gobierno de Gabino Cué en abril o mayo de este año. Aparte de sus cuatro ( ahora tres) programas y un ( ahora dos) sistema(s), que no son más que una caricatura de la Alianza por la Calidad de la Educación ( ACE) de Elba Esther Gordillo, no tienen una propuesta fundada y viable para el desarrollo educativo de Oaxaca. Parece inevitable que los dirigentes de la Sección XXII y la propia CNTE, se asemejen, cada vez más, al personaje que dicen combatir.
Hoy que el norte de África y el Medio Oriente se convulsionan, espero con optimismo el triunfo de la democracia, la mejora en las condiciones de vida y de trabajo de esos pueblos, pero no deja de preocuparme que después, quienes triunfen, si sucede, comiencen a recorrer en sentido inverso la ruta tan dolorosamente andada.
Aquí, en Oaxaca, se dio la alternancia en el gobierno: Gabino Cué, demócrata declarado, juarista por convicción, comprometido con el cambio que nos conduzca a la transición democrática llegó al gobierno. Saludo con alegría el triunfo del sufragio popular y confío en que este nuevo gobierno, sepa conducirnos al progreso y nunca más suframos la tiranía de un déspota, de cualquier partido que sea. Pero algo ensombrece mi entusiasmo y es el terror que aún le tengo al viejo fantasma del Principio de Equivalencia. Espero que ahora, descanse en paz.

Juchitán, Oaxaca; 26 de febrero de 2011.
samaeldobeela@aol.com

martes, 22 de febrero de 2011

SOÑÉ QUE LOS PECES. . .

Soñé que los peces rodeaban mi cuerpo
sus voces sonaban como olas del mar
brillaban sus ojos, parecían reír.
Danzaban nerviosos al rodear mi cuerpo
rozando mis piernas
besando mis pies.

Hacían malabares moviendo sus colas
abriendo sus bocas
saltando hacia el aire.
¿Qué quieren los peces?
Me dije en mi sueño
pueden tener hambre, no sé si pensé
pero ya en mis palmas
tenía, granulado, algo de alimento
y no lo dudé.

Les di de comer a más de mil peces
saltaban de gusto comiendo en mis manos.
Otros me rodeaban
rozando mis piernas
mordiendo mis pies.
Los vi agradecidos por el alimento,
tal vez porque un día en una montaña
fueron entregados a la gente, inermes,
esa misma gente que comió y creyó.

Me di cuenta entonces que estaban muy quietos
tendidos de lado, al fondo, en la arena.
Con sus ojos tristes miraban mi rostro
se iban apagando sus voces de mar.

Desperté llorando,
salté de mi lecho y corrí hacia la playa.
La luna brillaba
la noche era tibia,
clamé por los peces gritándole al mar.
Los vi aproximarse como temerosos,
rodearon mi cuerpo
rozaron mis piernas
y ahora despierto
los volví a sentir.

La luz de la luna los volvía plateados
azules, dorados, ¿color carmesí?
Brillaban los peces a mis pies postrados
no querían comida. . . , sino mi amistad.

Soñé con los peces
rodeando mi cuerpo
rozando mis piernas
besando mis pies.

Samael Hernández Ruiz
Huatulco, 1º de octubre de 2010

sábado, 19 de febrero de 2011

CUANDO DESPERTÓ, EL ELEFANTE SEGUÍA ALLÍ: GABINO CUÉ Y LA SECCIÓN XXII

Estás líneas las escribí antes de que concluyera la asamblea estatal de los trabajadores de la Sección XXII del SNTE, por lo tanto, no tengo información de qué fue lo que resolvieron. No sé por ejemplo, si aceptaron las disculpas que ofreció el gobernador Gabino Cué, si querrán dar argumentos del porqué quieren que destituyan de sus cargos a Irma Piñeyro, Bernardo Vásquez Colmenares y Marco Tulio López, o simplemente insistirán en sus demandas. De cualquier forma, no hay que olvidar que, el que estos personajes continúen en sus puestos, significa que no aceptarán dialogar con el gobierno de Gabino Cué y con esto pierden los maestros y pierde Oaxaca.

Pierden los maestros porque la administración del IEEPO es poco menos que caótica, las delegaciones sindicales que ahí operan, se han desatado y quieren arrasar con todo. Lo malo es que la pérdida de autoridad del actual director general, no ayuda a corregir esta situación que afecta los trámites de pago y otras incidencia de personal, un caso dramático entre otros, es de quienes tramitan su jubilación, sin mencionar a los cientos de despedidos o a quienes ya no se volvió a contratar. ¿A que filas cree el lector que se incorporarán estos nuevos desempleados? A esos agrégueles a los repatriados de Sinaloa, que al perderse las cosechas regresarán a Oaxaca con una mano adelante y otra atrás. Hay pues, carne de cañón para los disturbios.

Pierde Oaxaca, porque si el plan de acción que formulen los maestros para obligar al gobierno a responder a sus demandas incluye paros, plantones, barricadas, megamarchas y demás, las escuelas cerrarán, los niños quedarán sin clases y podría haber disturbios o enfrentamientos graves. De nueva cuenta el caos y las enormes pérdidas económicas de un estado, que no soportará otra crisis después de la del 2006, porque su población depauperada, sufrirá otra vez, hambre y desempleo.

Es claro que la actual dirigencia de la Sección XXII, no controla a sus grupos de choque, y que en lugar de someter esta situación a una autocrítica para remediar esto que es tan grave y que podría llevar al sindicato a una lucha interna por demás sangrienta, guarda silencio y de esta manera los encubre y protege.

El origen de esos grupos de choque, son algunas de las expresiones radicales del magisterio, por eso llama la atención que los partidos políticos como el PRD y el PT insistan tanto en que no son maestros sino provocadores; desde luego que son provocadores, pero también son maestros o trabajadores administrativos o manuales. Claro que no son los únicos, están los grupos de choque formados al calor de los enfrentamientos del 2006, que provienen de las colonias proletarias; pero aquí tampoco podemos afirmar que son ajenos al magisterio, porque al estar integrados a la APPO, son ya parte del movimiento. No hay que olvidar que una de las prioridades del MDTEO es reestructurar y fortalecer a la APPO, lo que incluye a todas sus expresiones.

Todo esto debería saberlo el señor gobernador y me llama la atención que asuma la hipótesis del Dinosaurio, léase PRI y otros adversarios políticos, que desde luego, si ven la oportunidad intervendrán, pero no creo que sus intereses o disposiciones expliquen lo que ocurrió el 15 de febrero. Sería mejor que los asesores de Gabino Cué analicen con mayor detalle lo que está pasando.

El abandono de facto del principio rector 7, que dice: “El movimiento de los trabajadores de la educación de Oaxaca, rechazan todo tipo de control político del Estado, partido político o corrientes ideológicas”, ha hecho vulnerable al MDTEO al control y a la manipulación, como se vio con Enrique Rueda Pacheco y el conflicto del 2006. Incluso, la entrada a la CNTE o a la propia APPO, viola ese principio; y más aún si se considera que algunas expresiones al interior del sindicato, impusieron en su primer congreso político de abril de 2006 una aberración: establecer que el MDTEO tiene como ideología y plataforma política al socialismo científico.

Sólo una masa callada y sometida a un control férreo pudo permitir que se abandonara este principio que fue redactado precisamente para garantizar la independencia del movimiento sindical, surgido en el ya lejano año de 1980. Muchos de los actuales dirigentes y base sindicales, ni siquiera habían nacido en aquellos años de verdadera insurgencia, poco les preocupa ahora la independencia de su sindicato y menos la infiltración que sufre de diversas expresiones políticas. El adoctrinamiento dogmático de algunos integrantes del actual MDTEO, que no es el mismo MDTEO que vivimos en 1980, convive con una corrupción que escandaliza.

Ahora que la alternancia sufre un repentino desconcierto, esperaba del MDTEO y de su dirigencia una actitud más propositiva hacia un gobierno que parece que no sabe qué hacer y no la actitud del gandaya que se vale de la debilidad o inexperiencia del otro, eso de exigirle disculpas públicas a un gobernador democrática y legítimamente electo, es otro acto de provocación, mejor hubiera sido exigir un debate público sobre el rumbo de la educación en Oaxaca y los compromisos que está dispuesto a asumir el nuevo gobierno.

Por eso no me gustó el expediente simple de la teoría del Dinosaurio, prefiero la imagen de aquel maravilloso cuento de Augusto Monterroso. Creo que al gobernador Gabino Cue le sucedió algo similar, asumiendo la metáfora de que la Sección XXII sea un elefante desbocado: “Cuando despertó, el elefante todavía estaba allí.”

CORAZÓN MALTRECHO

Hace años me tomaron un electrocardiograma
Viendo las líneas, parecían cifrados indecisos de lo que en mi interior pasaba
Llevé mis resultados al médico que me asistía
Y observó preocupado los trazos temblorosos.

Carne de moteles, ojos de desvelos, hígado de bares
Corazón de plaza pública.

¿Qué tengo doctor? - le pregunté asustado
¿Algo malo? le insistí.

Parece una mujer que en tu corazón está encerrada
¿Cómo? - exclamé asombrado
!Una intrusa encerrada está en mi pecho¡
Seguro se quedó dormida y yo sin enterarme.

¿A caso no habita ella tu corazón entero?
¡Ay! Doctor le respondí afligido
Pues mire que lo habita donde salir no ha querido
ya saldrá cuando apetezca, no soy quien
para negarle el paso, aunque después me duela sentir mi corazón vacío.

Pues vacío no está, dijo el galeno
¡Y ahora que lo observo, no es mujer sino una niña!

Sangre de aventura, cuerpo extraviado en dos o más amores
pieza de taberna con aroma insomne de cerveza.

¿Quién ha visto a su hija preñada de luna nueva ?
Avalancha de estrellas fugaces
¿por qué tenían que sepultar mi vida?

Escuché lo que el médico me dijo
No pude evitar que el corazón se me encogiera
A penas y pude contener el llanto
Respiré profundo para evitar lanzar, sin quererlo, a aquella niña de mi pecho
pues recordé al instante: era mi pobre nieta muerta sin nacer, hacía ya tiempo.

En las líneas temblorosas de mi electro, pude reconocer su tierno rostro.
Duerme niña de mi corazón, le dije al mismo tiempo que me tocaba el pecho.
¡Y yo que pensaba en una intrusa!

Dios que está en los cielos no dejó que su existencia se manchara con la vida
se la llevó con él y en su infinito amor, quizás movido por mi pena,
la dejó reposar en este corazón enfermo.

Tierra de olvido, piel de páramo sediento
estandarte sin asta, espada sin guerrero.

Supongo que desde entonces descansa ella en mi pecho
Y temo que el electro pudo haberla despertado.
Duerme corazón, duerme tranquila
que por más males que padezca este corazón casi deshecho
No habrá mejor lugar para tu sueño
que éste, en lo profundo de mi pecho.

Será necesario otro electrocardiograma para estudiar tu corazón enfermo
¡Déjame Maurilio! le dije airado
que electro ni que nada
que mi nieta duerme apacible en su morada
que es mi corazón. . ., aunque esté enfermo.

¡Pero puedes morir! Me dijo el galeno preocupado
Prefiero morir a interrumpir su sueño
Y si mi corazón deja de latir, mejor aún
Que así, estará en reparo
Y tendré a mi nieta conmigo, al menos un buen tiempo.

Salí del consultorio con aquel mi electro en una mano
quería mostrarle al mundo la imagen adorada.
Vagué de calle en calle
recorrí inmumerables pueblos polvorosos
y ciudades pobladas en exceso.

Y cuando a la gente mi electro le mostraba
Veía en sus rostros la pena y la sonrisa
Y queriendo consolarme me decían:
"Buen hombre , pero si es sólo la imagen de un pobre corazón maltrecho."

¿A qué saben las noches sin cervezas?
¿A qué sabe la soledad nocturna?
saben a sombras plateadas de amargura.

Loco, seguí mis pasos perdido por el mundo
Tocandome el pecho y con la diestra
Mostrando a todo el que pasaba aquel electro
Sonoras carcajadas repetía

Aun cuando me ría
no me crean. . . estoy triste
sólo que me apena que me vean.

Diciembre de 2009

miércoles, 16 de febrero de 2011

LA SECCIÓN 22 DEL SNTE. GUÍA PARA PERPLEJOS

El gran Maimónides (1135 d.c.) se percató de que en la comunidad judía de su época no se comprendían correctamente las enseñanzas de la Torá y de otros textos cabalísticos; escribió entonces una Guía para Perplejos a fin de hacerles comprender a sus correligionarios, que aquello que los maravillaba al grado de suspender su capacidad de juicio, en realidad era muy simple.
Al parecer lo mismo sucede con los funcionarios públicos del actual gobierno. Lo ocurrido el 15 de febrero de 2011, día en que se dio el enfrentamiento entre contingentes de la Sección XXII del SNTE y policías, tanto estatales como federales, los tiene perplejos, sin saber qué hacer. El señor gobernador Gabino Cué Monteagudo, sólo ha acertado a recorrer hospitales y salas de espera, pidiendo perdón a un sindicato que, orgulloso, lo desprecia.
Alguien no le dijo al señor gobernador, a Bernardo Vásquez Colmenares, a doña Irma Piñeyro y a sus asesores que:
• La sección XXII del SNTE, es una entidad compleja, cuyo actuar se define por la confluencia de muchas fuerzas que operan en su interior y que por eso, fue un error pactar con la dirigencia del sindicato como se hizo, ya que ese acercamiento estrecho (al menos aparente) con Azael Santiago Chepi, perjudicaba más que ayudaba a construir una relación sana con el sindicato. Fue precisamente el mismo error que cometió Ulises Ruiz, cuando pensó que controlando a Enrique Rueda Pacheco, tenía controlado al MDTEO, las bases le enseñaron que no era así y devino en la didáctica de la insurrección que fue el 2006. Por lo visto, no se aprendió la lección.
• Quienes le dijeron durante la campaña electoral del 2010 a Gabino Cue, que los maestros de la Sección XXII eran sus aliados, lo engañaron. En el Segundo Congreso Político del MDTEO (marzo de 2010) la posición del sindicato fue muy clara: “3. La Sección XXII del SNTE-CNTE como tal, no se suma a ningún candidato, partido o alianza partidista.” Y en el punto que dice “6. El magisterio se pronuncia como garante de la voluntad popular en este proceso electoral.”
• El MDTEO y por tanto su principal instrumento, la Sección XXII del SNTE, responde, además de a las condiciones locales, a una estrategia nacional, en la que democratizar al país y luchar contra el presidente Felipe Calderón (a quien llaman FECAL) en su calidad de “representante del neoliberalismo” y enemigo declarado de la clase trabajadora, son tareas prácticas que se expresan en acciones como las del 15 de febrero. Alguien debió advertirle al gobernador lo que significaba meter a Calderón al Palacio de Gobierno. El zócalo es un espacio político simbólico para el magisterio y que Felipe Calderón estuviera allí fue una afrenta para ellos.
• Entregarse a la Comisión Política de la Sección XII y específicamente al grupo que representa Azael Santiago Chepi, fue un grave error que propició que prácticamente le entregaran el control del IEEPO, se legitimara su propuesta de “Cuatro programas y un Sistema” y se iniciaran las negociaciones con los 11 niveles educativos sin una estrategia clara. Todo lo anterior, bajo la idea equivocada de que el MDTEO apoya las iniciativas del gobierno actual. Nadie le dijo al gobernador que en el Sexto Pre-Pleno de la Sección XXII se dio el siguiente pronunciamiento: “5. Contra el gobierno de Gabino Cué porque no representa los intereses de la clase trabajadora ni del pueblo pobre.” (Resolutivos de la Mesa 4). Así es como caracterizan al gobierno de Cué los señores de la Sección XXII y recuerden que esto no es retórica, sino la definición de posiciones en una guerra de clases.
• En concordancia con lo anterior, la estrategia del MDTEO se subordina a los objetivos de construir un Frente Único Nacional y organizar la Huelga Nacional contra las políticas neoliberales de la derecha en el poder (léase PAN). La Sección XXII no es un sindicato local, es la principal fuerza nacional que da impulso a lo que llaman la democratización del país y su actuar por tanto, debe ser ejemplar para el resto de las organizaciones nacionales, de hecho, la Sección XXII, financia y facilita, con recursos del gobierno del estado, la operación de la CNTE.
• Los enfrentamientos del 15 de febrero, son el resultado de la acción política del MDTEO, pero también de la inexperiencia de los funcionarios del gobierno del estado que no supieron operar para garantizar las mejores condiciones posibles a la visita del presidente de la república. De todo esto, resulta beneficiado Santiago Chepi, quien lava con esto, al menos en parte, su culpa por la “complicidad” que asumió con el gobierno del estado (recuerden la foto donde lo abraza Gabino Cué). La APPO también resulta beneficiada, ya que esto da pie para su reorganización, tal y como está previsto por el Segundo Congreso Político del MDTEO.
• En cuanto a la demanda de que se destituya a algunos funcionarios, ésta no es nueva, en varias mesas del VI Pre-Pleno se acordó la destitución de Bernardo V. Colmenares e Irma Piñeyro. Tal vez lo nuevo sea la demanda de destitución de Marco Tulio López, quien mostró más inocencia que pericia.
Espero que esta brevísima guía para perplejos sirva de algo y contribuya a evitar la pena de ver al gobernador de rodillas pidiendo perdón a los dirigentes de la Sección XXII del SNTE, pues de nada serviría. Lo que tiene que hacer Gabino Cué es integrar su gobierno bajo las nuevas circunstancias, diseñar con cuidado la estrategia para la jornada de mayo, porque ya se preparan los actores ajenos al sindicato, para meter las manos al viejo estilo del 2006. Cuidado.

sábado, 5 de febrero de 2011

VOCES QUE RESUENAN EN EL ISTMO

Los huaves

Salimos de la ciudad de Oaxaca poco después del medio día el primero de febrero, nuestra intención era llegar a Juchitán por la noche, descansar y salir rumbo a San Mateo del Mar para disfrutar de la fiesta dedicada a la virgen de la Candelaria, la patrona de esas tierras.
El plan del viaje al Istmo de Tehuantepec obedecía al compromiso de presentar en Juchitán, el día 4 de ese mismo mes, el libro “Oaxaca 2010, voces de la transición”, del que soy coautor y fue editado por Carteles Editores, de nuestro amigo Claudio Sánchez Islas. Como la fecha de la presentación se ligaba a un “puente” largo, a los que ya nos estamos acostumbrado y que nos crean tan mala fama en el extranjero, decidimos aprovecharlo ante la imposibilidad de cambiar el estado de cosas.
Como nuestros amigos Margarito Guerra y Romy nos ofrecieron hospedarnos en su casa de sobrio estilo zapoteca, mi esposa Leticia y yo, podríamos pasar con mayor tranquilidad nuestra estancia en el Istmo y de paso realizar algunas tareas pendientes, una de ellas, como he mencionado, era visitar San Mateo del Mar.
De pequeño conocí a ese municipio mareño, mi madre, comerciante como muchas mujeres istmeñas, me llevaba a sus viajes a tierras ikoods. Las casas de palma con amplios patios son características de los huaves, la fina arena que llenaba sus calles obligaba a caminar de cierta manera: con los pies hacia dentro como remando con ellos. El agua se sacaba de pozos poco profundos que cavaban cerca de las casas y recubrían con petates para evitar derrumbes; de esos pozos bebíamos un agua de un sabor dulce que contrastaba con la cercanía de la mar salada. Por las noches, los niños salíamos a jugar a la luz de la luna que volvía de plata la tierra que llenaba al pueblo. A lo lejos, cuando el brillo lunar lo permitía, se alcanzaban a ver las dunas, impresionantes esculturas que asemejaban pequeñas montañas de talco. Más tarde nuestros padres nos llamaban para cenar pescado o el famoso mengue, con una tasa de café, para después dormir en un petate o dáa, sobre la tibia arena del piso de la casa ikood.
Salimos de Juchitán por la mañana después de tomar un desayuno. En coche, tardamos un poco menos de una hora en llegar a San Mateo por el camino que, de Salina Cruz, conduce al pueblo. El paisaje sigue siendo hermoso, pasamos por el río de Huilotepec con sus rápidas aguas de un verde obscuro, y transitamos por el serpenteante camino a San Mateo, que atraviesa una planicie, que hace millones de años fue el fondo del mar.
Al llegar al pueblo, hicimos una parada en el lago que lo cruza. Unas fotos junto a él y a una vieja canoa huérfana de pesca, bastaron para fijar el paisaje, espero que para siempre.
Caminamos rumbo al centro de la población bajo un sol radiante, de pronto, una niña nos ofrece gritando: “¡Compren gueta Bingui!”. Gueta Bingui es la expresión zapoteca para el mengue huave. Nos sorprendió que la niña ikood, se refiriera de esa manera a una manjar tan propio de esas tierras, pero eso era apenas el principio de las sorpresas.
Conforme avanzábamos hacia el centro del pueblo, fuimos contemplando el desastre que dejó la suburbanización de San Mateo, que Víctor de la Cruz llama el efecto Pemex.
Las casas de palma fueron suplantadas por horribles barracas de blocks de cemento apilados sin ton ni son. Los amplios patios se estrecharon y hasta la arena que cubría las calles huyó ante la calamidad de un progreso de bajo octanaje.
Llegamos a las calles del centro, llenas de gente y de puestos, convertidas en un enorme y alegre tianguis donde las voces que se escuchaban no eran dichas en huave, sino en zapoteco. La asimilación cultural de los ikoods por los zapotecas de juchitán, si no es inevitable, es espantosa, hasta en las fondas se ofrecían garnachas con pollo y pescado a la “tequita”.
En uno de los puestos nos esperaba una agradable sorpresa, descubrí entre la gente a mi talentosa amiga, la cantante y psicóloga, Susana Harp, más bella que antes y como siempre alegre y cariñosa. La abracé y saludé con el afecto acumulado por años y platicamos brevemente y, sin despedirnos, volvimos a alejarnos. Ella se presentaría por la noche en un recital en el marco de la feria de San Mateo del Mar, no pudimos asistir y lo lamento.
Después de visitar a la virgen de la Candelaria en su templo, y verificar que las famosas campanas que aún quedan en San Mateo, siguen allí, nos fuimos a comer a una fonda del pueblo. Saciada el hambre y adormilados por el calor y las cervezas, iniciamos el retorno a Juchitán y dijimos adiós al lugar donde antes estuvo el San Mateo de nuestra infancia.
La visita nos dejó en la boca un sabor parecido a la amargura, aunque todos: Romy, Leticia, Margarito y yo, seguimos amando al pueblo ikood, nos pareció haber visto su declive. Coincidimos todos en que el pernicioso efecto Pemex no ha alcanzado a Juchitán, pero otros factores lo pueden afectar igual que al pueblo huave y hacerlo desaparecer del mapa. Mucha razón tiene Moisés Cabrera cuando al llamar por teléfono me dice: “Si Juchitán sigue en el mismo lugar, me lo saludas”. Lo hice.

Cosmología zapoteca

Después de visitar San Mateo del Mar, el tercer día de nuestra estancia en el Istmo de Tehuantepec lo pasamos en Juchitán. Esperábamos la llegada de Claudio Sánchez, quien además de presentar el libro “Oaxaca 2010, voces de la transición”, pretendía tomar algunas fotografías para una obra que tiene en preparación, así que reservamos las entrevistas con las personas con quienes haría las sesiones de fotografía y pensamos invitarlo a comer a Xadani.

Xadani es una población cercana a Juchitán cuyo nombre significa: bajo la montaña o al pie del cerro, es famosa en la región por sus totopos (gueta biguíi), pero creo que pronto lo será por toda su comida. En Xadani se puede disfrutar de una variedad de pescados al horno de un sabor exquisito, queso y camarones frescos, hueva de lisa, atole de maíz, chocolate o champurrado y pan. Cuando la temporada lo permite, se pueden saborear algunas carnes deliciosas como las de venado y conejo.

La gente de Xadani es amable y hospitalaria, pero hay además un detalle importante para estos tiempos de crisis: lo que allí podemos consumir, es muy barato. En esta población vive un entrañable amigo, que por respeto a su privacidad no menciono su nombre. Lo importante es que ahora realiza una investigación sobre la presencia de las matemáticas en la cultura zapoteca. Una buena parte de su estudio tiene como objetivo encontrar o construir los términos zapotecos que refieran a los correspondientes conceptos matemáticos en español, con el propósito de facilitar la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias en lengua zapoteca.

Como Claudio difirió su llegada a Juchitán para el viernes cuatro de febrero, la visita a Xadani no pudo realizarse; pero de cualquier forma, aprovechamos para invitar a varios amigos a la presentación de nuestro libro, revisamos las novedades en la pequeña librería de la Casa de la Cultura de Juchitán y logré adquirir un ejemplar de la obra póstuma de Macario Matus: La revolución en Juchitán (2010, Conaculta-Gobierno del Estado de Oaxaca), una serie de entrevistas con personajes que participaron o fueron testigos presenciales de la rebelión de José F. Gómez, Che Gómez, testimonios acerca del general Heliodoro Charis Castro y otros personajes de la revolución; está por demás decir que es de obligada lectura.

Ya cerca de las dos de la tarde, decidimos trasladarnos a uno de esos centros de cultura que en Juchitán llaman cantinas. No sé por qué, me acordé de los pubs de los malogrados ingleses, quienes sacrificaron a Oscar Wilde (1856-1900), uno de sus más brillantes escritores, por el supuesto delito de ser homosexual, hecho que en Juchitán nunca hubiera ocurrido. Quizás me vino el recuerdo porque es frecuente que en los bares atienda la mesa un muxe, pero no fue nuestro caso.

Llegamos a la cantina y entorno a la mesa estábamos: Moisés (Ches) Cabrera, Víctor de la Cruz, Margarito Guerra, Juan Guadarrama Méndez, Sergio Flores, Rey León y yo. Como es costumbre en esos lugares, hablamos de todo y de nada, pero poco a poco, conforme las cervezas, las botanas y mezcales fueron acumulándose en nuestros cuerpos, algunos temas tomaron forma. El primero, casi inevitable, el de las mujeres, pronto cedió sitio al segundo, el de los recuerdos personales y anécdotas divertidas, el tercero fue casi obligado: el zapoteco o didxazá. Cuando un grupo de juchitecos se reúne, al principio o al final, pero en algún momento surge la necesidad de reflexionar o dialogar acerca de las palabras que necesitamos para expresarnos mejor en nuestra lengua; palabras que hay que descubrir o inventar, pero nunca dejar al olvido.

En ese ambiente de risas y bromas, surgió el tema de una reciente publicación de Víctor de la Cruz: “Ti Libana Nucaachi’ Lu. Un discurso matrimonial escondido” (2010, Carteles Editores). Para quienes no son de Juchitán, ni hablan el zapoteco, y tampoco son profesionales de la lingüística, debo explicarles brevemente que en la búsqueda de palabras primordiales del didxazá, las canciones, dichos, versos sueltos y sermones, son una fuente inapreciable, porque además de poner al descubierto vocablos o expresiones olvidadas, permiten recuperar su posible pronunciación original.

El sermón que Víctor de la Cruz recupera de su padre y publica en el folleto citado, revela la manera en cómo los antiguos sacerdotes zapotecas santificaban el matrimonio; pero lo más interesante, es que muestra la existencia de un lenguaje esotérico, en el mejor de los sentidos, es decir, una forma de hablar con cierta significación literaria que sólo los iniciados comprenden y que plantea verdaderos retos a la semántica de algunas expresiones.

Este puede ser el caso de una misteriosa palabra: gabi’, que en el contexto del sermón, podría indicar redondez, pero no cualquier redondez, sino aquella referida a la tierra, y yo iría aún más allá: a una convexidad de la tierra.

Cuando uno piensa en nuestro planeta, se imagina una pelota, una esfera cuya superficie azul y marrón es cóncava; pero esa misma esfera, vista desde dentro, muestra una superficie convexa. Gabi’ podría significar la redondez de una tierra que es habitada por dentro, como una esfera hueca, o de una esfera contenida por otra, desde cuya superficie puede apreciarse el cielo convexo que la cubre.

Pero todo aquello fue mera especulación, producto de una plática de cantina. Lo cierto es que en aquel momento, saturados de vino y de botanas, nos sentíamos capaces de desentrañar los más profundos misterios del cosmos.

En lo más animado de la tertulia, las copas en alto y las voces en cuello, los celulares comenzaron a sonar, la realidad nos hizo abandonar no sólo la plática, sino también aquel templo de Atenea y de Dioniso. Las esposas reclamaron su parte del festín y alegres, las llevamos a cenar al nuevo negocio de una amiga. Pero eso será acaso, motivo de otra historia.

La Casa de María Urbieta


El 4 de febrero no llegó ni antes ni después, sino justo a tiempo. La noche anterior cenamos en el nuevo negocio de nuestra amiga Victoria sobre la calle de Efraín R. Gómez en Juchitán. Un lugar con un amplio patio rodeado de plantas y árboles adornados con tubos de luces, como los que se usan ahora en temporada navideña. La mesa, montada de manera especial para la ocasión, estaba instalada en el corredor de la casa, al lado de la cocina, de modo que por la ventana que los comunica, uno podía observar el proceso de preparación de los alimentos.
Aunque Victoria estudió arte dramático, decidió incursionar en la cocina, donde la creatividad y el buen gusto, si se aplican bien, rayan en lo artístico. La inclinación le viene de su madre, Doña María Urbieta, quien durante toda su vida se dedicó a la ardua tarea de elaborar y vender garnachas en uno de los portales del centro de la población. Su trágica muerte a causa de una bala perdida que la hirió mientras cocinaba en su puesto de garnachas, dejó a Victoria marcada para siempre.
La Casa de María Urbieta es un edificio con techo de dos aguas, de tejas rojas en parte ennegrecidas por el paso del tiempo. Una amplia sala que fue a la vez recibidor, recámara y comedor, le da el toque ya nostálgico de las casas juchitecas. Las paredes recubiertas de un estuco blanco que después fue pintado de rosado, resistieron los más de cien años que tiene la casa de haber sido construida.
Cuando fuimos a su nueva cenaduría, entramos por la vieja casa de la madre de Victoria, la techumbre, afectada por las lluvias y el tiempo, estaba apuntalada por un mástil que parecía herir las enormes alas de un ave moribunda. Nuestra anfitriona nos contó que una noche mientras llovía, escuchó desde su recámara, que se encuentra en la parte trasera del predio, un estruendo que le hizo pensar que el techo se había venido abajo. Se santiguó, y se imaginó viendo el cielo estrellado por la oquedad, como en plegaria, se dirigió a su madre muerta diciéndole que la casa se había caído y que con todo el dolor de su corazón, tendría que dejarla así, al menos por un tiempo, en lo que el dinero necesario para la compostura llegara a sus manos.
A la mañana siguiente entró a la casa y se sorprendió al ver que el techo estaba donde debía estar y que por el contrario, el estuco que recubría las paredes de la casa se había venido abajo, dejando al descubierto algo que parecía un fresco pintado en color marrón y que en la pared de oriente presentaba dos columnas, al parecer jónicas, pues el capitel no se podía apreciar debido a que aún quedaban restos de estuco en la parte de arriba. Había otros detalles en el resto de las paredes que no se podían apreciar muy bien, pero sin duda, lo que más destacaba del conjunto eran las columnas. El hallazgo la dejó con la boca abierta. Nos dijo que se había puesto en contacto con un algunos amigos para que trabajaran en la pintura e intentara rescatar lo rescatable, aún espera ayuda para restaurar el mural.
Todos los que fuimos a cenar, aun de noche, pudimos apreciar algunos detalles del fresco que me recordó la manera como decoran a algunos templos masónicos. Se lo comenté a nuestra amiga y le pareció plausible la hipótesis, aunque difícilmente comprobable, al menos hasta no tener totalmente restaurado el mural.
Después de contemplar el insólito descubrimiento, pasamos al agradable corredor de la casa de un estilo más moderno y nos dispusimos a cenar. Los mezcales y las cervezas aderezaron las garnachas que nos comimos esa noche. La plática sobre historias de amor, de hijos concebidos y presentados como ofrendas ante el ser amado, de mujeres que aman sin medida, me hizo recordar la novela de Ian McEwan: Amor perdurable (Anagrama, 2000), que narra la historia de una persona afectada por el síndrome de Clerambault, una enfermedad que provoca en el paciente una compulsión obsesiva de amar, centrada por azar en una persona, sin importar siquiera que sea del sexo opuesto. Es aquel un mal incurable que hace pensar si no será éste el verdadero amor, y no aquel efímero que muchas veces experimentamos las personas “normales”.
Nos retiramos ya tarde de casa de Victoria, todos con el estómago cargado y satisfecho y yo, además, con la cabeza puesta en otra historia de amor que conozco y que me dejó perplejo y dolorido. Antes de subir al choche, volteé a ver el frente de la Casa de María Urbieta. . ., aún estaba allí.
Dije que el esperado día cuatro llegó puntual, a las doce y un segundo, y así fue; todos en la casa de los Guerra nos levantamos temprano ese día, desayunamos variado y abundante. Después repasé mi intervención para la presentación del libro “Oaxaca 2010, voces de la transición”.
La mañana se fue volando, y por la tarde, a eso de las cinco, nos dirigimos a la Casa de la Cultura, anfitriona de la tertulia literaria de ese día. Actualmente, es el contador Vidal Ramírez Pineda el director de Lidxi Guenda Bianni (Casa de la inteligencia o cultura), y fue gracias a él y a su equipo de colaboradores que dispusimos de un bello escenario para la presentación de nuestro libro, pero no sólo eso, la publicidad, las invitaciones y el conseguir a un buen comentarista del libro, que fue el politólogo Manuel López Villalobos, se lo debemos todo a Vidal, a quien estaremos siempre agradecidos.
La Casa de la Cultura de Juchitán, fue un tiempo la sede de la Escuela Secundaria Técnica Industrial No 34 y gracias a su remodelación en la que jugaron un papel importante Francisco Toledo y Sofía Musalem, se fundó lo que ahora es Lidxi Guenda Bianni. Hace unos meses la Casa de la Cultura sufrió cambios para bien: cuenta ahora con un nuevo teatro, donde se hizo la presentación de nuestro libro, y está decorada con un colorido que reboza alegría. La construcción tiene amplios corredores, cuyas gruesas columnas rectangulares le dan un aire románico al conjunto que transmite paz y sosiego al alma.
Mientras llegaba la hora de nuestro acto, disfrutamos en el patio la danza de unos chicos de Juchitán, que bailaban la sandunga, mientras otros jovencitos venidos de Coatzacoalcos ( el istmo veracruzano) observaban el baile que se hacía en su honor. Bello cuadro ese, donde unos muchachos istmeños se muestran sus artes y enriquecen su cultura, complementándola con la del otro.
Dieron las seis y comenzamos puntualmente la presentación del libro. La conducción corrió a cargo de Ulises Hernández Luna, a quien agradezco su amabilidad y corrección. En el presídium nos acompañó Vidal Ramírez Pineda, escoltando a Manuel López Villalobos, estuvimos Claudio Sánchez y yo.
Después de los comentarios que se acostumbra hacer para alentar a los eventuales lectores a comprar el libro, escuchamos varias participaciones del público que en todo momento mostró interés en la obra. Los ejemplares que llevamos para la presentación se agotaron y nos pidieron más.
El acto terminó alrededor de las ocho y media de la noche, nos fuimos contentos y satisfechos de los resultados. Promover la lectura de un libro, es, en cierta forma, promover la lectura en general y eso nos compromete aún más; México transitará mejor y más rápido hacia la democracia, en la medida en que su población sea mayoritariamente lectora. Que de ello no nos quede la menor duda.