domingo, 2 de mayo de 2010

¡AAARRANCAN!: LAS CAMPAÑAS EN OAXACA.

Han iniciado las campañas de los candidatos a la primera magistratura del estado de Oaxaca, en un ambiente tenso que genera incertidumbre.

Los trágicos acontecimientos ocurridos el 27 de abril en San Juan Copala, con un saldo de 2 muertos y varios heridos, marcan el inicio de la jornada electoral y organizaciones por la paz y de los derechos humanos, tanto nacionales como internacionales, comienzan a presionar para que se esclarezcan los hechos. El gobierno federal ha recibido el exhorto de embajadas y organismos internacionales, para intervenir y aplicar la ley en el caso Copala y ha movilizado, por principio, a sus equipos de inteligencia para recabar información al respecto.
De lo ocurrido en Copala se construyen varias hipótesis:

• Fue un acto de provocación instrumentado por los radicales de la APPO, para facilitarle al MULT-I la permanencia en la agencia municipal con el apoyo de los organismos humanitarios y del “movimiento popular”, y de paso calentar el ambiente electoral
• Un primer acto de sabotaje al gobierno de Ulises Ruiz con carácter revanchista, aprovechando el sensible escenario electoral.
• Un acto premeditado orientado a preparar condiciones adecuadas para un fuerte conflicto post-electoral.
• Un conflicto entre grupos locales que se salió del control de los propios dirigentes.

Para los grupos de inteligencia del gobierno federal cada una de estas hipótesis tienen elementos que la sostienen, e involucran a casi todos los actores que directa o indirectamente tuvieron que ver con los problemas del 2006.
Independientemente de a dónde conduzcan los hallazgos, falta ver si el Presidente Calderón y su equipo actúan con apego a la ley o repiten la receta del 2006 echándole más leña al fuego en Oaxaca.

Por su parte, el gobierno del estado debe evitar que ocurran hechos como el de San Juan Copala, adoptando medidas preventivas y actuando con inteligencia. Lo de Copala debe investigarse a fondo y castigar a los responsables. El gobierno del estado debería hacer un enérgico reclamo a la Secretaría de Gobernación del gobierno federal y a las instancias correspondientes, para evitar que grupos de presuntos observadores internacionales no-acreditados, hagan las veces de luchadores por la justicia y terminen siendo simples provocadores de conflictos o en el peor de los casos, lamentablemente, víctimas de su insensatez.

Por su parte, los maestros de la Sección XXII del SNTE han iniciado ya su programa de movilizaciones con miras a las negociaciones de este año, y también con miras a aprovechar el escenario que brindan las elecciones para reposicionarse de cara al próximo gobierno, del color que resulte. Claro que hay expresiones al interior del sindicato que le apuestan a que gane la alianza encabezada por Gabino Cué Monteagudo, pero son la minoría; los maestros tienen un voto hasta el momento diversificado, pero pueden provocarse eventos que los unifiquen hacia una dirección como sucedió en el 2006, aunque no será necesariamente la que muchos se imaginan.

Por lo pronto, la estrategia de las expresiones de la sección XXII comprometidas electoralmente, es la de radicalizar el movimiento, enarbolando demandas irresolubles por su contenido y lo inmediato de su reclamo.

La mira está puesta en el paro indefinido; pero si no lo logran, porque el magisterio de base ha asumido un serio compromiso con sus comunidades y puede plantear un receso para concluir el ciclo escolar, entonces entrará en escena la convención estatal democrática en ciernes, misma que podría ser un instrumento de los grupos mercenarios de la APPO para ponerse al servicio de la alianza gabinista o de quien o quienes ofrezcan más por provocar un conflicto en Oaxaca.

Esto lo aprovecharán los maestros del war-show business, que ya hicieron aparecer a otro grupo guerrillero en la sierra sur, para que en el escenario no falte nada. Lo que sí no tiene pretensiones propagandistas, es el asunto de la desaparición de los dos dirigentes del EPR, que no se ha aclarado y que está como una cuenta pendiente del gobierno federal y estatal.
Pero no todo está perdido en la APPO, y hay fuerzas que pueden orientar a la convención para convertirla en un verdadero instrumento de la democracia, si se constituyen en observadores y garantes de la limpieza de las elecciones. La verdad es que así, ganaríamos todos.

Por otra parte, la Alianza que encabeza Gabino Cué Monteagudo, sigue al borde del conflicto. La línea lanzada por Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que el PT no a poye ninguna alianza con el PAN ha provocado la virtual ruptura de relaciones entre varias dirigencias estatales y la dirección nacional de ese partido manejada por el Peje. En Oaxaca causará sus efectos, porque AMLO, dejó sembradas minas en una buena parte del territorio oaxaqueño en su desafortunada visita el estado, que hará estallar cuando le convenga, a favor o en contra de su otrora protegido Gabino Cué.

Los partidos Nueva Alianza y Unidad Popular, inician sus actividades con buenos signos: han actuado con prudencia y harán seguramente un esfuerzo por mejorar sus preferencias ante el electorado. Lo que ensombrece el panorama son las amenazas que han recibido o el espionaje de que dicen ser víctimas. Aquí otra vez, las autoridades electorales deben poner mucha atención a estas denuncias y el gobierno del estado, debe darle garantías y protección a los candidatos. En las condiciones que vive actualmente el estado, ningún gasto en la seguridad de los candidatos y de los ciudadanos debe escatimarse. Los actos de provocación están al orden del día.

En el PRI, los problemas no faltan. Algunos actores no se han sumado a la campaña de Eviel Pérez Magaña y deberían hacerlo porque esto daría confianza a los priístas. En algunas regiones y municipios, las bases del PRI se quejan de la imposición de candidatos y al parecer los personajes comisionados para resolver estos problemas no lo están haciendo de la mejor manera y pueden provocar conflictos que los provocadores o la oposición, sin duda, utilizarán a su favor.

Nada se ve, por otra parte, del equipo del candidato priísta, los que dirigen la campaña son los mismo del equipo de Ulises Ruiz y no se ve cerca de él, a ninguno de los hombre de confianza de Eviel Pérez Magaña.¿Por qué?

Esta situación provoca comentarios de los priístas que están deseosos de que se refresque el ambiente en el entorno del candidato y de grupos no priístas, que esperan la oportunidad para acercarse a, sin duda, el candidato más fuerte a la gobernatura del estado.

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