domingo, 30 de agosto de 2009

CRISIS Y SOCIEDAD CIVIL.

El gobierno federal y los gobiernos de los estados, analizan las posibilidades de superar la crisis económica y orientar sus políticas hacía ese objetivo. Algunos expertos, son poco optimistas y han expresado su opinión de que llevará tiempo para que la economía nacional se recupere.

Al parecer, México no participará de la incipiente recuperación que se pronostica para los Estados Unidos de Norteamérica, la caída del Producto Interno Bruto en más del 10%, será un duro golpe para nuestro país; mientras tanto, los efectos de la carestía y el desempleo se empiezan a sentir con más fuerza.

Hay reportes de suicidios provocados por la desesperación de las personas que no ven ninguna salida a su situación económica. Familias desintegradas por la discordia que provoca la pobreza, o por la necesidad de buscar empleo lejos de sus hogares.

La crisis económica amenaza con convertirse en una crisis social, en la que el vínculo social se afecte, quizás de manera irremediable. El vínculo social es el sentimiento recíproco, que nos hace ver en los demás a seres semejantes, en quienes podemos confiar y a los que podemos acudir en caso de necesitarlos. El vínculo social hace posible la solidaridad entre nosotros, la confianza, la simpatía y otros afectos hacia los demás; gracias a él sentimos que nuestros semejantes son igualmente humanos, y compartimos con ellos objetivos comunes y una idea colectiva de futuro; nos permite además construir nuestra propia identidad a partir de la relación con los otros y nos da esa sensación de que no estamos solos.

El vínculo social es parte estructural de nuestra personalidad, que proyectamos hacia lo social y que permite establecer relaciones y construir sobre ellas instituciones. Sin embargo, en los momentos de crisis, cuando el ser humano por la angustia y desesperación sólo piensa en salvarse, sin importarle la suerte de los demás, comienza a extenderse la desconfianza, el egoísmo y hasta el miedo hacia nuestros semejantes. El vínculo social comienza a debilitarse y termina por bloquearse, propiciando la desconfianza en las instituciones sociales y en los propios hombres. En una sociedad en ese estado, impera la ley del más fuerte y la desesperanza.

En estos tiempos, además de los bienes materiales, es importante fortalecer el vínculo social, porque no bastarán las medidas anticrisis que instrumenten los gobiernos, será necesario que la propia sociedad instrumente acciones para protegerse de los terribles efectos de la falta de recursos y servicios asistenciales. La clase media y los pobres deberán organizarse si quieren sobrevivir a la crisis.

La construcción de redes de apoyo mutuo son, en estos casos, muy útiles. Los vecinos en una colonia se organizan para vigilar y protegerse de los delincuentes; en otros casos esas redes sirven para obtener financiamiento, cuidar a los hijos o ahorrar utilizando los vehículos de manera colectiva.

Otra forma de acción son los proyectos de abastecimiento comunitario en los que la población se organiza en cooperativas de consumo, para comprar bienes al mayoreo y después venderlos a ese mismo precio a los demás socios.

Los comedores comunitarios, las guarderías populares, los dispensarios médicos y muchas otras formas de acción colectiva, deberán promoverse en las colonias y comunidades rurales. Las medidas anti crisis, no vienen todas del gobierno.

Este tipo de acciones fortalece el vínculo social y permite construir instituciones de la comunidad para la ayuda mutua. El gobierno federal y de los estados, deberían apoyar este tipo de iniciativas de la sociedad civil, para organizar a las comunidades y fortalecer sus redes de ayuda mutua.

Los diferentes niveles de gobierno, podrían establecer bodegas de víveres no perecedero a las cuales pudieran acceder los ciudadanos organizados para venderlos a precios subsidiados y recuperar parte de lo invertido, lo importante, no solo sería mantener el proyecto, sino fortalecer el vínculo social.

Lo mismo se podría hacer en otros casos, como el orientar a los estudiantes de medicina, odontología y enfermería hacia esos espacios de acción comunitaria, para establecer clínicas administradas por los vecinos, como parte de su trabajo social y como medio para ganarse una beca para continuar con sus estudios.

Las artes pueden ser un medio privilegiado para el encuentro comunitario y la reflexión. Es urgente que la gente pueda recrearse y discutir sus problemas con sus semejantes para conservar la salud mental . Por eso la práctica del deporte es indispensable, mantener el cuerpo y la mente sanas, en tiempos de crisis es una necesidad impuesta por las circunstancias.

Hace ya varios años, participé en un proyecto de cooperativa de consumo. Comprábamos alimentos con una línea de crédito que nos otorgó una empresa estatal. Conseguimos un local en la colonia y por las tardes vendíamos los productos. Nunca olvidaré la cara de alegría de las madres de familia, cuando veían los precios bajos y los kilos bien pesados, todo hecho por sus vecinos; gente a la que ellas conocían bien. Todos los proyectos tienen un ciclo de vida, y al nuestro le llegó su día y cerramos la tienda comunal. Fue una experiencia alentadora, que integró más a la gente que vivíamos en la colonia. Creo que la situación actual nos obliga a retomar nuestras experiencias y volverlas a poner en práctica; porque, insisto, el gobierno aportará parte de la solución, lo demás lo tendremos que hacer nosotros mismos.

No hay comentarios: