El pasado domingo 8 de agosto, los señores: Felipe Calderón, Barack Obama y Stephen Harper, Presidente de México, de los EE.UU. y Primer Ministro de Canadá, respectivamente, se reunieron en la ciudad de Guadalajara.
Guadalajara fue el escenario ideal para la reunión. Es una ciudad que muestra las consecuencias de la globalización: grandes instalaciones industriales destinadas a la maquila de empresas transnacionales, modernos almacenes, que lo mismo se pueden ver en París o en Nueva York, autos de lujo que van y vienen de su aeropuerto internacional, el Metro, “Starbucks” por todos lados y una población que vive una profunda desigualdad, desesperada por la crisis, y que no acaba de abandonar su aire provinciano.
Por lo regular, cuando los jefes de estado se encuentran, es para tratar asuntos de suma importancia para los países implicados. En este caso, los expertos, los ciudadanos y la prensa, se han preguntado qué temas de interés nacional se trataron: ¿el TLC, los migrantes (incluyendo ahora el tema de la visa requerida por el gobierno de Canadá), el asunto de la retención de los recursos para combatir al crimen organizado o el tema de la crisis económica?
Pues resulta que no. El Presidente Obama dijo que de momento no le interesa el tema del TLC, el Primer Ministro de Canadá declaró que no tocará el tema de la visa, el senado de los EE.UU, seguirá reteniendo los recursos que nos habían prometido ¿entonces para qué diablos acepta el gobierno de México una reunión con una agenda que ni nos va ni nos viene? ¿ Debemos pensar que la reunión tuvo como tema el que nos cuadremos y recibamos órdenes de cómo sobrevivir la crisis, pero en beneficio de las economías de nuestros dizque socios?
¡Así no va! Debemos comenzar a resolver nuestros problemas exigiendo respeto; pues, con estos socios para qué queremos enemigos.
Srs. Obama y Harper:
En estos momentos, México necesita ver en ustedes a verdaderos aliados, nos interesa que se instalen ya, las comisiones correspondientes para tratar el tema de nuestros migrantes, porque de no ser así, podríamos comprometer la estabilidad política de nuestro país; lo mismo en el caso de los recursos para el combate del crimen organizado. En el asunto de la visa, es urgente que el gobierno de Canadá rectifique su política, de lo contrario, veremos sus acciones como encaminadas a reforzar el muro que los estadounidenses quieren poner en su frontera, para aislarnos, en lugar de integrarnos.
Es necesario que como medida anticíclica, pactemos condiciones adicionales al TLC, para que los capitales privados norteamericanos, se inviertan en México, no en los países asiáticos, y fortalezcamos un mercado común que reactive nuestras respectivas economías, y asimismo definamos una política monetaria que beneficie a todos y evite la especulación con nuestras monedas.
En el caso del combate al crimen organizado, el gobierno de los Estados Unidos debe liberar los recursos comprometidos y dejar de jugar al defensor de los Derechos Humanos, con los cuales estamos totalmente de acuerdo; pero entonces habrá que juzgar a los EE.UU. por no cumplirlos en Guantánamo y otras partes del mundo; porque no estamos de acuerdo en que nuestro socio nos mida con una vara distinta a la que usa para sí mismo.
No podemos esperar más, estas decisiones se tienen que tomar ahora y debe fijarse un calendario para discutir los detalles de ajuste al TLC y a la forma en como mejoraremos, en el futuro, la integración equitativa de nuestras economías. No tomar decisiones oportunas en las actuales condiciones, pone en riesgo la seguridad de la región.
Sr. Presidente Calderón:
Poner al país a las órdenes de EE.UU. y Canadá, sin tomar decisiones sobre los asuntos de nuestro interés, es un contra sentido. La actual política de nuestros “socios”, exige una postura firme y que diversifiquemos nuestros compromisos internacionales. Europa y Asia estarían más que dispuestos a iniciar pláticas con el gobierno de México; pero sobre todo Venezuela, Bolivia y Cuba. Y no hablo de armar la revolución latinoamericana, sino de buscar buenos socios comerciales, porque los que tenemos actualmente, se ve que sólo quieren exprimir nuestra economía en su provecho.
Por lo pronto, se rumora que la nueva legislatura llamará a cuentas a la responsable de la Secretaría de Relaciones Exteriores; no estaría mal, porque de plano ¡Ya chole Sr. Presidente!
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